Un equipo de Informativos Telecinco ha subido con los vulcanólogos del Instituto Geográfico Nacional hasta el cráter del volcán de La Palma. Se han acercado cuanto es posible con seguridad, ya que aunque sigue en calma todavía emite gases. María Gutiérrez y su cámara han podido verlo de cerca.
A doscientos metros del volcán ya se puede medir el calor que sigue acumulando el cono secundario.. La temperatura de la roca en superficie es de 300 grados. Una temperatura que es tres veces mayor bajo las grietas que hay en el cráter. De hecho se han llegado a medir los 900 grados.
Loos técnicos del IGN caminan entre fumarolas que siguen expulsando gases en un terreno con un alto nivel de toxicidad por el dióxido de azufre que se ha adherido a la roca, un azufre que antes salía en forma de gases y no se quedaba en la superficie.
Las coladas que arrastraban la lava han dejado surcos en el paisaje. El equipo de Informativos T5 llega al lugar más cercano al que pudieron llegar los vulcanólogos durante la erupción. Una zona peligrosa. Aquí quedaban expuestos a la tormenta de piroclastos y bombas lávicas que han quedado desperdigadas por los alrededores, horadando la superficie entre fragmentos de lapilli y toneladas de ceniza.
Los pocos referentes que se encuentran en pie sirven como sistema de medida e indica que se está sobre dos metros de ceniza. Llegar a este punto todavía es complicado. Supone un ejercicio de orientación entre montañas grises tras circular por senderos que han desaparecido. El volcán se ha adueñado del paisaje aunque poco a poco, aunque la naturaleza va saliendo y la vida vuelve a brotar.