El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en el Congreso para solicitar formalmente la prórroga del estado de alarma hasta el día 11 de abril debido al coronavirus: “Nos hemos encerrado para preservarnos del contagio, para ganar tiempo; tiempo para que los hospitales que les llegan, para que los investigadores encuentren medicamentos para tratar la enfermedad y para que finalmente se consiga una vacuna”, ha enfatizado, destacando que en la lucha contra el COVID-19 “la movilización de todos los representantes públicos es máxima”. “Todos ellos combaten para ganarle la guerra al coronavirus. Son un orgullo nacional”, ha dicho, destacando que “cada vez es más evidente la magnitud del desafío”.
“El virus avanza y golpea a todo el mundo. Sistemas sanitarios que todos tenemos por excelente se ven desbordados por los contagiados. Ese, el elevado número de contagiados es el poder del virus. El aislamiento es indispensable para hacerle frente. Hoy comparezco para pedir una prórroga de ese confinamiento”, ha manifestado, dejando claro que el Gobierno es consciente de que “no es fácil prolongar el estado de alarma”. “No es fácil para el Gobierno solicitarlo. No es sencillo para las señorías concederlo. Pero aún es más difícil para los ciudadanos asumirlo. Estoy convencido de que la única solución contra el virus es el aislamiento social. Estoy seguro de que todos, con independencia de nuestra ideología somos conscientes de eso. También somos conscientes de que tiene que tener algunas excepciones: que necesitamos salir a hacer la compra o a conseguir medicamentos. Y para que haya víveres y alimentos debemos garantizarlo. También debemos preservar nuestros bienes para cuando salgamos de esta pesadilla”, ha apuntado, subrayando que es preciso “usar el bisturí” para “no amputar ningún nervio” fundamental en la sociedad y buscar un equilibrio para “ganarle al virus sin dejar a nadie atrás”, sin olvidarse de que para muchos el confinamiento puede ahondar en “pesadillas previas”, como es el caso de “las mujeres maltratadas por sus parejas, personas que viven en infraviviendas, carentes de ventilación y un espacio vital mínimo o personas con problemas psicológicos”, entre otros.
Consciente de las dificultades, Sánchez, --que ha aprovechado para proponer que "durante el periodo de prórroga del estado de alarma la Comisión Parlamentaria de Sanidad se convierta en la Comisión de Seguimiento del COVID-19” y ha ofrecido al Congreso una comparecencia semanal del ministro Illa--, ha reiterado que “es el tiempo el que permite la adaptación y la resistencia del sistema de salud”. “Es cuestión de tiempo que se encuentren tratamientos eficaces y se desarrolle una vacuna. Mientras tanto, la vacuna somos nosotros”, ha remarcado.
Por eso, defiende la gestión del Gobierno y las estrictas medidas de confinamiento adoptadas, las cuales, incide, es fundamental que se respeten para doblegar la curva de contagios y doblegar al virus. “Es prioritario quitar al virus su principal arma de difusión, que es el contacto social”, ha dicho, añadiendo que “hay que tratar de evitar olas futuras y adelantarnos a futuras amenazas”.
“Todos padecemos la misma angustia ante un fenómeno que nunca habíamos vivido ni imaginado. Debemos actuar con la máxima lealtad y la máxima unidad. Ojalá la política tuviese el poder de restablecer de inmediato la normalidad, pero no lo tiene. Lo que sí pone es la facultad de cooperación, y en definitiva la unión. Por eso, pido que trabajemos juntos, que pensemos en la angustia con que siguen la evolución de la pandemia los mayores y los más vulnerables. Pensemos en los sanitarios y sus desvelos. Evitemos cualquier pensamiento mezquino. Tenemos la gran suerte de contar con la respuesta de una ciudadanía formidable y con el asesoramiento científico de los mejores profesionales. Solo nos falta juntar nuestra voluntad de victoria, que la tenemos”, ha finalizado.