La imagen ha sido sorprendente. Un Congreso con escasas mascarillas y con algunos diputados más cerca de los 1,5 metros, la nueva rebaja de distancia social del BOE. La realidad es que los políticos parecen haberse relajado a la hora de ponerse las mascarillas. Aunque los expertos desvelan que el virus sigue más que vivo y que todas las precauciones son pocas, no ha habido esta vez como en otras sesiones una gran afluencia de mascarillas y lo de guardar las distancias parece que ya cuesta más. Si el relax respecto a las mascarillas se ha convertido en una evidencia no ha sido así con la tensión en el ambiente.
Solo ha habido paz en el minuto de silencio en la sesión de control. Había periodistas y fotógrafos, parecía una vuelta a la normalidad. El presidente ha acusado a la oposición de usar el coronavirus para derrocar al Gobierno de España y han fracasado. Casado le ha respondido que el gobierno hace permanentemente oposición a la oposición.
No ha faltado en encontronazo entre Carmen Calvo y Álvarez de Toledo. Calvo la ha invitado a tomarse un café con ella y a asumir que el que ganó las elecciones fue Pedro Sánchez y la ha animado a aceptarlo. Toledo ha recordado a Marlaska que no ha dimitido y ha acusado al Gobierno de mentir de forma sistemática.
El broche lo ha puesto Irene Montero, que ha pedido al PP criticar menos el 8M y vigilar más a Ayuso y su trato a los ancianos, algo de lo que el PP culpa a Iglesias, al señalar que durante el mando único ha sido su responsabilidad. No ha quedado ahí el enfrentamiento. Vox le ha echado en cara haberse hecho tres test mientras que muchos sanitarios no han podido hacerse ninguno.
Pero el momento más bronco lo ha vivido Irene Montero, que ha respondido con dureza a la diputada del PP, Margarita Prohens Rigó, que ha pedido explicaciones por la manifestación feminista del 8-M. "Llegamos tarde porque no lo sabíamos ni en España ni en Europa. Acudimos a la movilización del 8M porque los derechos de los que disfrutamos son consecuencias de las movilizaciones de las mujeres. Ustedes criminalizan el 8 de marzo diciendo que las movilizaciones feministas traen muerte. Yo le digo que las movilizaciones feministas traen supervivientes de la violencia machista y el Gobierno va a seguir defendiendo el feminismo", ha afirmado. La popular la había echado en cara poner en riesgo a todas las mujeres el 8M.
Contra Vox ha arremetido la ministra de Haciendo, Montero, tras criticar los intentos de confrontación y crispación del partido que preside Santiago Abascal, Montero se ha referido al PP y al 8-M: “No me preocupa del todo esa posición de Vox, me preocupa la posición del Partido Popular. Y me preocupa, por ejemplo, que ustedes dijeron a propósito del Orgullo Gay que esa manifestación dejaba mal olor o algo de este tipo y ayer contestó el señor Maroto ‘España huele al 8-M’. Señorías del Partido Popular, ¿qué significa que España huela a 8-M? ¿A qué olemos las mujeres?”.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha atacado durante la sesión de control al Gobierno al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, con toda la artillería. "¿Sigue pensando que las puertas giratorias son una forma de corrupción? Es un pésimo vicepresidente, pero ha demostrado que es un buen amigo. Usted asumió el mando único de las residencias. ¿Me podría decir una decisión concreta tomada en materia de protección de nuestros mayores? Algo concreto. ¿Qué es eso tan grave que ocurrió el 8M que quiere tapar", han sido algunas de sus afirmaciones.Iglesias se ha mostrado sorprendido y le ha leído el decreto que daba la competencia en las residencias a las comunidades autónomas: "Que mientan no es una novedad. Pero que lo hagan a este nivel es algo deleznable incluso para ustedes. Tuvieron la indecencia de que cuando se publicó la orden para no atender a mayores en la Comunidad de Madrid dijeron que no existía. Qué poca vergüenza".
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha acusado al PP de indecencia y desvergüenza por ocultar la verdad sobre las órdenes de la Comunidad de Madrid respecto a la atención hospitalaria de personas mayores procedentes de residencias durante la crisis del coronavirus.
"Ustedes tuvieron la indecencia de que cuando se publicó la orden en la que la señora Ayuso prohibía a los hospitales recibir a los ancianos de los centros de mayores, negaron la existencia de esa orden, y tuvo que llegar el consejero de la señora Ayuso a decir (...) que esa orden era ilegal e inmoral, qué poca vergüenza señoría". Pocas mascarilla pero mucha bronca en el Congreso mientras Ciudadanos, de vuelta al centro, pedía a Sánchez contener a su gobierno para no crispar.