Tras el respaldo inicial de los tribunales a la convocatoria electoral, la Comunidad de Madrid afronta unas elecciones insólitas el 4 de mayo al ser anticipadas por primera vez en la historia de la región y caer en un día laborable, algo que ya ocurrió el 10 de junio de 1987 (miércoles), cuando el PSOE de Joaquín Leguina ganó por segunda vez en la Comunidad, aunque perdió la mayoría absoluta.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha inadmitido el recurso con medidas cautelares y cautelarísimas presentado por la Mesa de la Diputación Permanente de la Asamblea contra el decreto de convocatoria, por lo que previsiblemente habrá elecciones anticipadas, aunque la decisión no es firme porque se puede recurrir y todavía hay que resolver el fondo del asunto.
Desde la primera legislatura de la Asamblea de Madrid (1983-1987) todas las elecciones a la Presidencia de la Comunidad de Madrid se han celebrado en domingo, excepto en los comicios de 1987. Además, no ha habido hasta ahora elecciones anticipadas pero sí un caso de repetición electoral tras el 'tamayazo' del 10 de junio de 2003, nombre con el que se conoce a la ausencia de los diputados socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez durante la votación para elegir presidente de la Asamblea de Madrid, que acabó en manos del PP.
Tras este episodio, ningún aspirante quería dar el paso de ir a un pleno de investidura. La candidata del PP, Esperanza Aguirre, no tenía los apoyos suficientes para ser investida presidenta y el del PSOE, Rafael Simancas, sí, pero contando con los votos de los dos diputados rebeldes. El socialista rechazó esta opción y llegó a pedir una prórroga para intentar que los parlamentarios desertores entregaran sus actas, pero finalmente optó por someterse a la investidura para resolver el bloqueo institucional.
La investidura de Simancas resultó fallida, ya que, tanto en la primera votación como en la segunda, Tamayo y Sáez se abstuvieron en lugar de votar a favor del candidato socialista, como habían anunciado.
A partir de ese momento, empezó la cuenta atrás de dos meses para la convocatoria de unas nuevas elecciones autonómicas el 26 de octubre de 2003, en las que ganó por mayoría absoluta Aguirre.
En esta ocasión, las elecciones previstas el 4 de mayo -cuando no han pasado dos años de los anteriores comicios, que fueron el 26 de mayo de 2019- no serían una repetición electoral sino un adelanto, ya que durante este tiempo sí ha habido un Gobierno regional encabezado por Isabel Díaz Ayuso (PP).
La campaña electoral, de quince días de duración, comenzaría a las 00.00 horas del domingo 18 de abril y finalizaría a las 00.00 horas del lunes 3 de mayo, según consta en el decreto.
Las elecciones fueron convocadas el martes 4 de mayo, ya que, según la Ley Electoral de la Comunidad de Madrid de 1986, tienen que pasar 54 días desde la convocatoria.
La cita con las urnas sería por lo tanto justo después del puente de mayo: el sábado 1 es la fiesta internacional del Trabajo, y la festividad del Dos de Mayo, día de la Comunidad de Madrid, se traslada este año al lunes 3.
Una de las incógnitas al ser día laborable es si se votará en los colegios, como suele ser habitual, aunque el nuevo portavoz del Gobierno madrileño, Enrique Ossorio, ya ha dicho que es una decisión que deberán tomar las autoridades electorales.
De ser en los colegios, "ese día no podrá haber evidentemente clases presenciales", pero si algo se ha aprendido en la pandemia es a que haya clases a distancia.
Otra opción es plantear que el 4 de mayo no sea lectivo y compensarlo al final de curso, igual que se hizo con la pérdida de clases presenciales con motivo del temporal Filomena, que se recuperarán en junio.
De cualquier forma, los madrileños afrontan unas elecciones insólitas en las que, si finalmente salen adelante, elegirán a 136 diputados (cuatro más que hasta ahora debido al incremento de población en la región) y culminarán con la sesión constitutiva de la Mesa de la Asamblea de Madrid, prevista el 8 de junio a las 10.00 horas.