Desde la apertura de las puertas del centro a las 9.15 horas, las colas no han cesado y se han incrementado durante el transcurso de la jornada debido al cierre de otros colegios electorales y porque muchas personas han decidido venir directamente a este, según votantes consultados por Europa Press.
En concreto, la cola supera las 200 personas y discurre muy lentamente debido a que tan solo una de las siete mesas electorales está en funcionamiento, ya que para las otras seis es imposible conectarse a la red y efectuar el voto, de momento.
Los voluntarios que custodian la entrada del Instituto Antoni de Martí i Franquès han explicado que los agentes policiales aún no se han personado, y prevén que requisen las urnas durante el recuento final de votos.
Los mismos voluntarios han confirmado la presencia de policías de paisano dentro del centro, pero han añadido que, de momento, no han llamado la atención ni han actuado.
Tanto los voluntarios como las personas de las mesas se preguntan cuál será el dispositivo para anular las votaciones en este centro, ya que la comisaría de la Policía Nacional se encuentra justo al lado del instituto y aún no han hecho ningún movimiento.