La exhumación de Franco ya tiene fecha, el 24 de octubre y hora: las 10:30 horas. El coste económico de este operativo no se sabe con exactitud, si bien, la estimación ronda los 63.061,40 euros. La exhumación no se llevará a cabo ni con honores ni con la bandera, simplemente los familiares lo trasladarán en hombros desde el prebisterio hasta el coche fúnebre, ayudados por los operarios. El cortejo, únicamente, estará compuesto por sus 22 familiares.
La idea finalmente es que Franco sea trasladado en un helicóptero, que ya se encuentra en el Valle de los Caídos. La Guardia Civil ha sugerido realizar el traslado de esta forma porque supone la presencia de menos agentes, es más seguro y evita molestias, como los atascos de las carreteras. Otra cosa es que la DANA lo permita. El Ejecutivo está tomando todo tipo de precauciones para que nada falle ese día, como demuestra el hecho de que serán dos los helicópteros del Grupo 45 del Ejército del Aire movilizados en el recinto del Valle por si uno fallase.
Si el tiempo no lo permite, el traslado se hará por carretera, lo que elevaría el viaje a Mingorrubio a unos 30-40 minutos frente a los 10-15 minutos que ofrece la aeronave. En el traslado acompañará al féretro, en representación de la familia, su nieto Francis Franco.
El Gobierno propuso a la familia de Francisco Franco que comprasen el panteón de Mingorrubio El Pardo donde se reinhumarán los restos del dictador el próximo jueves y donde yace ya su viuda, Carmen Polo, pero el ofrecimiento ha sido rechazado, han desvelado este lunes fuentes del Ejecutivo.
Actualmente, Patrimonio del Estado es propietario de una concesión administrativa sobre el uso del panteón que expirará dentro de unos 40 años. En las negociaciones que el Ejecutivo ha mantenido recientemente con el representante legal de la familia Franco, el abogado Luis Felipe Utrera Molina, el Gobierno propuso a los familiares la transmisión de esta concesión, que tiene un precio público, pero la familia lo ha rechazado.
Uno de los argumentos que la familia esgrimía para defender la inhumación de Franco en la cripta de La Almudena en lugar de en el cementerio de El Pardo era precisamente el temor a que un Gobierno futuro se desentendiese del panteón y la tumba del dictador pudiera ser profanada con facilidad al quedar sin protección ni vigilancia alguna.
El Ejecutivo se ha gastado unos 39.000 euros en acondicionar el panteón para la inhumación de Franco, con la colocación de una puerta blindada, unas nuevas rejas en ventanas y la instalación de sensores para prevenir profanaciones.
Una vez que Franco sea enterrado allí, se aplicará el mismo régimen de visitas que con Carmen Polo. Los familiares que quieran visitar el panteón tan sólo deberán avisar con antelación o en el mismo día a la Delegación del Gobierno en Madrid, Patrimonio del Estado o la propia seguridad del cementerio para que puedan cederles la llave. Eso sí, reconocen en el Gobierno, en los últimos años nadie ha solicitado la llave para visitar la tumba de Carmen Polo.
A partir de la inhumación de Franco, se instalará sólo por unos días un dispositivo de seguridad en torno al panteón, que se levantará cuando el Gobierno considere que ya no es necesario.
El Gobierno instalará un escáner y un detector de metales para que nadie pueda grabar imágenes o sonido de los actos de exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos y su posterior inhumación en el cementerio de El Pardo Mingorrubio, han informado este lunes fuentes del Ejecutivo. Con esta medida, el Gobierno quiere garantizar el cumplimiento de las condiciones incluidas en su acuerdo del 15 de marzo, en el que estableció que no se permitiría la captación de imágenes ni sonido en la exhumación y posterior reinhumación del dictador.
De manera que los 22 familiares de Franco (nietos, cónyuges y bisnietos) que han confirmado que estarán presentes en los actos, así como las autoridades y operarios que participarán en la operación habrán de pasar sus pertenencias por el escáner y ellos por el detector de metales.
Como medida de seguridad adicional, se levantará una carpa sobre la tumba del dictador en la Basílica del Valle a la que sólo podrán acceder dos familiares, los operarios que participen en los trabajos (entre cuatro y seis), un forense y las autoridades del Estado presentes. La máxima autoridad gubernamental que estará en los actos de exhumación e inhumación será la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que actuará como notaria mayor del Reino y por tanto levantará acta. Estará acompañada del secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, y del subsecretario del Ministerio de la Presidencia, Antonio Hidalgo.
Los restos del dictador están en una caja de zinc sellada, introducida a su vez dentro de un ataúd de madera. En función de cómo se hayan conservado, los operarios los sustituirán o no por otros. Lo más probable, según la información que el Gobierno ha recibido de expertos en la madera, es que al menos la caja de zinc esté en perfecto estado. En este caso, la caja no sé abrirá dado que en 1975 el entonces notario mayor del Reino dio fe de que en su interior se había introducido el cuerpo de Franco. Uno de los elementos que hacen pensar que el féretro se conserve en buen estado es que la actual tumba está cubierta por hormigón y plomo, lo que debería haber funcionado como protección ante corrientes subterráneas de agua.
A petición de la familia, el prior de la Basílica del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, bendecirá los restos cuando estos salgan de la carpa, pero ningún monje más benedictino podrá estar presente en el interior de la Basílica en ese momento. Ya en Mingorrubio, y dentro de lo que el Gobierno entiende como una ceremonia íntima de enterramiento, a petición de la familia habrá una misa que oficiarán el prior Cantera y el sacerdote Tejero, hijo del militar golpista del 23-F.
En el interior del panteón la familia sí que podrá cubrir el ataúd con las banderas o elementos que quiera. Y es que el Ejecutivo subraya que ese espacio es un panteón familiar, aunque la titularidad del edificio sea de Patrimonio del Estado.
TVE en régimen de pool retransmitirá la señal desde la explanada del Valle, ya que al resto de medios de comunicación sólo se les permitirá estar en la puerta de entrada al Valle. Lo mismo ocurrirá en Mingorrubio, dónde sólo TVE y fotógrafos de EFE podrán aproximarse al panteón.