La preocupación por la independencia de Cataluña se disparó tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 'procés' y las protestas con la que fue recibida en esta comunidad. Según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de noviembre, la inquietud por el proceso independentista era el cuarto problema nacional en vísperas de las elecciones generales del pasado día 10. Solo un 3,3 % expresó su intención de cambiar el sentido de su voto el 10-N.
En concreto, la independencia de Cataluña es citada como un problema en el 19% de los cuestionarios del estudio dado a conocer este jueves, su tercera marca más alta desde el referéndum ilegal de octubre de 2017. Entonces figuraba en el 29% de los cuestionarios del CIS y un mes después bajó al 24,6%. Cuatro de cada diez españoles (43,9%) reconoce que la situación de Cataluña influyó en el sentido de su voto, un sentimiento que es mayoritario entre los electores del PP (56,4), de Ciudadanos (66%) y de Vox (70,3%). Preguntados cómo influye, la mayoría (60%) opina que Cataluña contribuye a reforzar su intención de votar al partido que tenía pensado, o bien para acabar de decidir la opción sobre la que tenía dudas (17%).
Un 37,3% de los españoles vota para evitar que gane la derecha y un 16,7% para que no lo haga la izquierda.
En el barómetro, el paro continúa como primer problema nacional con un 60,3% de menciones, en línea con los últimos meses. La segunda plaza es de nuevo para la clase política que, en vísperas de las generales, se anotó un 45,5%, aumentando 7,7 puntos respecto al mes anterior y superando en dos décimas el récord que había logrado el pasado mes de septiembre.
La tercera preocupación siguen siendo los problemas económicos, con un 30,4% de menciones, subiendo también respecto a octubre, y el cuarto la independencia de Cataluña, cuyas menciones aumentan en nueve puntos porcentuales en comparación con el barómetro anterior.
La tabla se completa con la sanidad (15,2%) en quinta posición, seguida de los problemas relativos a la calidad del empleo, que suben más de tres puntos y figuran en el 13,3% de las entrevistas. Los problemas sociales aparecen en el 12%, mientras que las pensiones y la inmigración están casi empatados en el 11,3%.
La falta de acuerdo para la investidura y la consiguiente inestabilidad política que, en octubre era el sexto problema con un 13% en los días previos a la repetición electoral había caído a un mínimo 1,8%.
A los ciudadanos lo que más preocupa es la economía (30,2%), seguido del paro (25,1%), la sanidad (18,5%), la calidad del empleo (17,1%), las pensiones (16,6%) y los políticos (14,7%).
La situación política era descalificada antes de las elecciones por el 78,6% de los entrevistados, un porcentaje similar al del mes anterior. Para la mitad era peor que un año antes y sólo el 3,1% la veía mejor. Un 15% confiaba en que mejorase en doce meses, frente a un 28% que auguraba lo contrario.
En cuanto a la situación económica, la mitad la calificaba como "mala o muy mala", mientras era "buena o no muy buena" para el 5,6%. El porcentaje de quienes la veía peor que un año antes estaba en el 38,6%, el más alto desde diciembre de 2014, y sólo un 7,4% consideraba que había mejorado.
Con la vista puesta en noviembre de 2020, los que auguran una peor coyuntura económica suben hasta el 37,3% marcando la cota más alta desde junio de 2013, mientras que quienes esperan que la economía mejore en los próximos 12 meses no llegan al 10%, el porcentaje más bajo de los últimos años.
Por otro lado, sólo un 11,1% de los encuestados tiene buena opinión de la gestión del Gobierno socialista, frente a un 51,7% que la descalifica. Pedro Sánchez es el preferido para presidir el Ejecutivo, con un 27% de partidarios frente al 13% que desearía a Pablo Casado (PP), pero aún así sólo inspira confianza a un 21,3% frente a un 76,1% que recela de él. El líder del PP no saca mejores registros, pues sólo un 14,7% asegura confiar en él frente a la desconfianza del 81.8%.
La tabla de líderes de ámbito nacional nadie aprueba y sigue encabezada por Sánchez, con una nota de 4 puntos, por delante del presidente del PP, Pablo Casado, y del coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ambos con 3,3.
El expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que hasta junio 2018 era el político mejor valorado, ya sólo tiene una nota de 3,1 puntos, es superado por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (3,2), y encima ya es la quinta opción preferida para liderar España, con sólo un 6,1% de adeptos, por debajo incluso de Iglesias (11,1%) y hasta de Santiago Abascal (6,7%).
Sánchez es visto como el líder político más moderado y más preparado para gobernar, con porcentajes de alrededor del 24%, mientras que Pablo Iglesias le supera como el más dialogante (17,5 frente al 17,4%). Según los encuestados, el más agresivo es el líder de Vox, señalado así por un 42,4%, por encima de Iglesias (16,3%) y de Rivera (10,1%).