Los madrileños han pasado del chotis al escrache, lo que demuestra la tensión política que se vive en la capital de cara a las elecciones del 26M. Hemos asistido impasible al miniconcierto del trío de Vox, capaz de cantarle a la Carmena al ritmo de los compases clásicos, un "Carmena, que poquito te queda". De ahí pasamos a algo que sí resulta grave, el escrache a Villacís.
En pleno ola feminista parece que poco importó que la candidata de Ciudadanos anunciara que el viernes será mamá. Ahí, en su estado tuvo que soportar un escrache, muy de moda hace años y que sigue siendo lo mismo de siempre, es decir, una muestra de intolerancia y falta de respeto al otro. Carmena, acusada por Villacís de permanecer impasible ante los hechos critica que nadie del Ayuntamiento la había apoyado.
Carmena finalmente se puso del lado de Villacís diciendo aquello de “en absoluto es eso aceptable”, en referencia a los hechos, pero no se libró de sufrir ella también un escrache de la mano de la misma plataforma antidesahucios que arremetió contra Villacís. Eso sin olvidar el recado de Cayetana Alvarez de Toledo diciendo eso de "la abuelita estaba a favor de dialogar con ETA". El PP, por cierto, tampoco se libró del escrache en Madrid. Una mala moda.