Último fin de semana de campaña electoral en el que los líderes nacionales de todos los partidos se desplazarán a Cataluña para apoyar a sus candidatos en busca del mejor resultado en las elecciones del próximo 14 de febrero.
Un empeño especial por parte de los número 1 de PSOE y de Podemos, socios de Gobierno en España, por pedir que se aglutine entorno a sus candidatos el voto de la izquierda.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vuelve a la campaña, aunque cueste verlo más allá del mitin. Toda protección parece poca para unas elecciones en las que más que se triplica el voto por correo. No está muy de acuerdo su socio, Pablo Iglesias, que cree que los "cambios inimaginables" han sido gracias a ellos, los únicos que apuestan por transformar frente a los grandes intereses económicos.
Por el otro lado, Ciudadanos también presiona. Illa se defiende, dirigiéndose a los votantes naranjas de 2017, pidiendo el apoyo a los votantes de Ciutadans de 2017: "Os prometo que el voto esta vez tendrá utilidad".
Hasta Vox, de nuevo increpado, se suma a pescar por el otro lado. "No vamos a abandonar a los catalanes, como otros, para irse a Madrid." aseguran, en la recta final de la campaña.
El director general de Participación Ciudadana y Procesos Electorales de la Generalitat, Ismael Peña-López, ha asegurado que las mesas electorales del 14F no se formalizarán con personas que pertenezcan a colectivos de riesgo por el coronavirus.
Lo ha dicho en una entrevista en TV3, recogida este sábado por Europa Press, en la que ha recordado que los miembros de las mesas están llamados a hacerse una prueba de detección del virus entre el lunes y miércoles de la próxima semana.
Si una mesa no puede formalizarse, no se recurrirá a miembros de colectivos como el de gente mayor, sino que las personas que la tengan asignada podrán votar durante las 48 horas próximas.