Si algo está demostrando este arranque de la campaña para las elecciones catalanas del 14F es que el camino para llegar a acuerdos de gobernabilidad va a ser arduo. Todo apunta a que serán necesarios pactos, pero pocos tienden puentes para fraguarlos.
El líder del PP, Pablo Casado, se ha sumado este domingo a la campaña. "Ahora mismo Sánchez e Illa son aliados del procés para seguir en La Moncloa y nosotros, el Partido Popular, con Alejandro Fernández al frente, somos la única vacuna real contra el independentismo", decía el presidente del Partido Popular.
El aludido, Salvador Illa, marca su propio ritmo: "Soy el candidato de todas aquellas personas que están hartas de tener que explicar por qué se sienten tan catalanes como españoles o más una cosa que la otra". Además, ha atribuido a la gestión del Govern independentista que Barcelona no consiguiera ser sede de la Agencia Europea del Medicamento, "la agencia más importante de Europa en esos momentos".
No ve mal un acuerdo con el exministro de Sanidad y con el PSC, Inés Arrimadas, la líder de Ciudadanos, que propone para los primeros 100 días de su Govern una auditoría para detectar el despilfarro del nacionalismo. "Ese dinero superfluo, del procés, de subvenciones a entidades afines, de chiringuitos, de enchufados, de mala gestión, lo vamos a poner en lo que realmente importa", indicaba la presidenta de la formación naranja.
Vox quiere dejar claro que ellos sí harán oposición contundente, presos del 1-O incluidos. "Si Vox llega al poder, estarán en prisión durante mucho tiempo", sentenciaba Santiago Abascal, que ha reprochado que la "impunidad a los golpistas es consecuencia de la permisividad de PP y PSOE durante años", recordando que los 'populares' no hicieron "nada frente al golpe en 2017 en Cataluña".
Precisamente los presos del procés no han tenido tanta presencia este domingo. Esquerra, favorito de su bloque, se reivindica frente al candidato socialista. "Ha puesto de acuerdo a todos los poderes económicos, a La Moncloa, a los jueces, a Vox, a Ciudadanos y al Partido Socialista", decía Pere Aragonés, quien ha defendido que se consigue avanzar hacia la independencia "hablando claramente al mundo y ganando elecciones una y otra vez con más del 50% de votos", pero no con retórica, en referencia a la candidata de Junts, Laura Borràs.
Una Borràs que jugaba con las palabras -"Salvémonos de este 'Salvador', salvémonos de un 'Salvador' que no nos salvará de nada"- para cuestionar al exministro Illa: "Es la devolución de un producto defectuoso. Se fue siendo la cuota del PSC y vuelve aquí siendo la cuota del PSOE. Seguramente se lo quitan de encima por incompetente. Salvémonos de este Salvador, porque no nos salvará de nada".
Nada es descartable en estas elecciones, incluso el Tripartito, como apunta la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau: "Que si En Común Podemos, si los Comunes tenemos fuerza, esos vetos cruzados entre Esquerra Republicana y el Partido Socialista los podemos superar". En, una vez más, las elecciones más abiertas.