Miles de jóvenes salen a las calles en Barcelona, Valladolid, Orense y Valencia sin respetar distancia de seguridad ni usar la mascarilla.
Los hosteleros intentan cumplir todas las medidas pero la imprudencia que se sucede cada fin de semana en las calles está haciendo aumentar la incidencia del virus obligando a endurecer las medidas que tanto dañan la economía de sus negocios.
Además la basura y los residuos por el botellón ensucian calles, playas y portales, perjudicando la convivencia y el sueño de numerosos vecinos que están hartos de la situación. Algunos de ellos han organizado grupos de vigilancia para evitar que los jóvenes se metan en sus portales.
Una situación crítica que podría desembocar en nuevas restricciones, algunas, como el toque de queda, ya demandadas por las provincias al gobierno central.
El dispositivo de cribados masivos con test de antígenos que hacen desde este sábado y hasta el 18 de julio las conselleries de Derechos Sociales y Salud de la Generalitat a personal del ocio infantil con pernoctación --colinas y campamentos-- prevé realizar entre 1.500 y 1.800 test.
Lo ha dicho el secretario de Infancia, Adolescencia y Juventud de la Agencia Catalana de Juventud de la Conselleria de Derechos Sociales, Alexis Serra, en declaraciones a los periodistas este sábado desde uno de los centros en los que se ha habilitado este dispositivo.
Aunque ha destacado que el grado de positividad entre monitores está en el 0,08%, ha abogado por impulsar nuevas medidas preventivas para minimizar contagios: "El sector del ocio educativo es un sector que está haciendo las cosas con rigor, con seriedad, y que es seguro".
Se han habilitado puntos en Barcelona, Lleida, Girona, Manresa (Barcelona), Tortosa y Móra la Nova (Tarragona) y, según datos de Serra, a lo largo de la mañana de este viernes se han realizado la prueba unas 75 personas en el punto de la capital catalana, donde no se ha detectado ningún positivo.