Según la prensa local, las corbatas están hechas en el taller más antiguo de Italia y llevan la inscripción "Marinella per Silvio Berlusconi", en alusión a la prestigiosa marca de Nápoles.
Antes, el primer ministro italiano se había reunido con el presidente rumano, Traian Basescu, a quien reiteró el apoyo italiano al ingreso este año de Rumanía en el espacio de Schengen, que fue vetado por Francia y Alemania, alegando problemas de corrupción en sus fronteras.
Berlusconi, que ayer presidió junto a su homólogo rumano, Emil Boc, la II Cumbre Intergubernamental Rumano-Italiana, insistió en el "papel benéfico" para las economías de ambos países de los más de un millón de rumanos que trabajan en Italia, según un comunicado de la presidencia rumana.
El líder italiano no aceptó preguntas de los periodista en ningún acto de su visita, tras haber perdido su partido su feudo tradicional de Milán en las elecciones municipales del pasado domingo.