La herida abierta sigue en la sociedad catalana. Entre los políticos de uno y otro bando que se acusan de ocultarse información por deslealtad y rivalidad política. Entre Mossos y Policía que siguen desgranando las informaciones ocultadas y los desencuentros. Y entre los habitantes de las zonas afectadas por el 17A en las que, como en Ripoll, los habitantes intentar volver a convivir como antes aunque no sea fácil, como desvela su nuevo iman. Una muestra más de que el dolor permanece es la carta de Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Josep Rull y Dolors Bassa, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y Carme Forcadell titulada "No tenim por" en la que destacan "la profesionalidad y la entrega de los servidores públicos", haciendo mención a los Mossos d'Esquadra y "al resto de las fuerzas policiales, Guardia Urbana, servicios de emergencias médicas, Protección Civil, servicios sociales y voluntarios".
No solo eso. Los políticos presos aseguran en la carta que “los Mossos hicieron un gran trabajo", pero "denuncian la falta de colaboración del Estado y de algunos de sus organismos. No podemos cerrar los ojos ante la información que nos llega del sumario del 17 de agosto y que evidencia la estrecha relación entre el imán de Ripoll y el CNI. El respeto a las víctimas, a la ciudadanía y a la transparencia obliga al Estado a responder a estos interrogantes y explicar la verdad", escriben.
Pero la guerra abierta entre Mossos y fuerzas de seguridad del Estado no es nueva. Las fuerzas policiales del Estado ya han acusado anteriormente a los Mossos también de falta de colaboración. O más bien de rechazar su ayuda tras la explosión de la casa de Alcanar. Inicialmente los Mossos no permitieron el acceso de los Tedax. Más tarde tras el atentado en Las Ramblas, en un primer momento los Mossos no dejaron que la policía se incorporara a su puesto de mando. Según la policía no fue hasta la noche cuando se estableció un operativo conjunto.
Los políticos independentistas también recuerdan a las víctimas en el primer aniversario del atentado de Las Ramblas. “Con este escrito queremos recordar a las víctimas mortales, los heridos y sus familias y a todas las personas inocentes que sufrieron las consecuencias de la intolerancia y el fanatismo".
El conseller de Interior pide que haya paz
Paradójicamente, el conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, ha señalado que "cualquier debate político debe quedar al margen durante los homenajes del 17A". En una entrevista de Catalunya Radi, Press, Buch cree que cualquier cosa que no sea sobre estos dos puntos queda fuera de lugar: "Hay espacios, días y momentos suficientes para tener los debates que hagan falta".
El actual titular de Interior también cree que su predecesor, Joaquim Forn, encarcelado desde hace nueve meses, tendría que poder asistir en estos actos en calidad de consejero, así como que el exmajor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, debería ser homenajeado por ser el responsable del cuerpo durante el pasado agosto.
Buch cree que es "casi imposible" evitar un atentado terrorista y ha insistido en trabajar en la prevención para evitar la radicalización, además de negar que haya un riesgo más elevado de atentado durante los actos de conmemoración: "Siempre se prevé que haya un dispositivo determinado". Aunque ha reconocido que es difícil detectar una radicalización de una serie de personas, cree que uno de los retos de la sociedad globalizada es hacer que las personas que no se sientan integradas no se queden atrás: "Somos una tierra de acogida".
Preguntado sobre la relación entre el CNI y el imán Es-Satty, presunto cerebro de la célula según los Mossos d'Esquadra, Buch no ha entrado a valorarla y ha dicho que "lo que está claro es que Es-Satty no era un confidente de los Mossos". Sin embargo, Buch cree que entre cuerpos policiales catalanes y españoles hay voluntad de trabajar conjuntamente y también la confianza necesaria: "La profesionalidad está por encima de todo".
También ha cargado con el anterior Gobierno español, a quien ha culpado de no poder formar parte de la Europol, y espera que el Ejecutivo de Sánchez no los vete: "No es que queramos estar ahí porque pensamos que tenemos derecho, sino porque es donde se traspasa información, queremos proteger a los catalanes."
Asimismo, ha lamentado que los Mossos d'Esquadra pasaran de ser elogiados por el 17-A, a ser criticados por el 1-O y utilizados como arma arrojadiza: "Dejemos a la policía en paz. Son unos grandes profesionales". El consejero ha afirmado que, en vez de mirarse con lupa Ripoll (Girona) por la ubicación inicial de la célula, desde la Generalitat se miran con lupa "todo el país" y ha apostado por tener una colaboración muy potente para prevenir futuros atentados, especialmente con el colectivo musulmán.
Sin embargo, se ha mostrado reacio a hacer un censo de imanes en Cataluña para "no criminalizar una parte de la sociedad por su religión", ya que, ha defendido, Cataluña es una tierra de acogida. Buch también ha lamentado que muchas de las competencias "donde la Generalitat quería actuar" no les correspondan y no ha encontrado normal que no se celebre una comisión de investigación sobre los atentados en el Congreso, como sí se hace en el Parlamento regional.