La policía seguía muy de cerca los pasos de los CDR detenidos como sospechosos de terrorismo desde hace casi un año. El dispositivo de seguimiento fue exhaustivo, no se les perdía de vista, controlaban sus movimientos por GPS y tenían intervenidos varios de sus teléfonos y ordenadores.
De hecho, según ha podido saber NIUS, varios de esos agentes fueron testigos directos del breve encuentro que los CDR ahora detenidos mantuvieron con una de las hermanas del expresident Puigdemont. Un encuentro que recogen los autos de detención del juez García Castellón adelantados este domingo por la Cadena Ser.
Según fuentes cercanas a la investigación a las que ha tenido acceso NIUS, el encuentro se produjo en un coche "in itínere". Fue una reunión muy breve, "el tiempo justo para pasarse unos documentos" y con el coche siempre en marcha para burlar la posible vigilancia policial por las calles de Barcelona. El encuentro se produjo "con unas medidas de seguridad realmente excepcionales. Vehículos lanzadera, vehículos traseros de contravigilancia, telecomunicaciones seguras, emisoras, reunión dentro de un vehículo en marcha, etc". Todo se produjo "con una especialización digna de organizaciones criminales con una gran experiencia delictiva”, según los investigadores.
Fueron los miembros del Equipo de Respuesta Táctica (ERT) de los CDR los que se subieron al coche de la hermana de Puigdemont con la intención de entregar documentación sensible y establecer “comunicaciones seguras entre el expresident huido de la justicia española, Puigdemont, y el actual presidente de la Generalitat, Joaquim Torra.” El destinatario final de esos documentos, según los propios CDR detenidos, sería en efecto Carles Puigdemont.
NIUS se ha puesto en contacto con la hermana de Carles Puigdemont y niega esta versión. Dice que esa reunión no se pudo producir el día que relatan los investigadores porque ese día estaba atendiendo a su padre enfermo. Esas mismas fuentes restan credibilidad a este relato de la investigación.
NIUS ha tenido acceso al auto de prisión de Germinal Tomás Abueso, uno de los CDR que componía este grupo. En este auto el juez García Castellón relata el objetivo que tenían los detenidos: “lograr la materialización de la república catalana mediante cualquier vía, incluidas las violentas.” El auto añade que los investigadores han comprobado que los CDR son una organización con una estructura jerarquizada.
Además, en conversaciones entre dos de los detenidos intervenidas por la investigación, uno de ellos le cuenta al otro cómo un grupo secreto (al que los detenidos se refieren como "una especie de CNI catalán") se había puesto en contacto con él para que "aportase la infraestructura logística necesaria con el objeto de acometer una acción en la que pretenden ocupar el Parlament de Cataluña y defenderlo posteriormente".
A través de la investigación de las IP de los ordenadores de los detenidos, los investigadores comprobaron cómo, por ejemplo, los ERT habían consultado varias direcciones de cuarteles de la Guardia Civil para, inmediatamente después, buscar información sobre fabricación de bombas caseras. Esos ordenadores también accedieron a la página web del Ministerio del Interior, dónde recopilaron más direcciones de cuarteles.
El registro del domicilio de Alexis Codina, conocido entre el grupo como 'El Laboratorio', confirma que los ERT realizaron ensayos con explosivos en el interior y se encontraron planos de distintos cuarteles.