Arrimadas anuncia una "nueva etapa" en Ciudadanos tras su quinto congreso
Reconoce haber cometido errores y considera que ningún partido ha pagado tanto por ellos
Hace un año Ciudadanos tenía 57 diputados. Y un eventual acuerdo con el PSOE, que nunca quiso, hubiera alcanzado la cifra de 180 diputados, mayoría absoluta y gobernabilidad. Pero Ciudadanos y su líder, Albert Rivera, rechazaron pactar con los socialistas y se escoraron a la derecha. Hoy con solo diez diputados y Rivera dimitido, la formación naranja abre oficialmente una nueva etapa.
Ciudadanos clausura este domingo su quinto Congreso, de forma telemática, con nuevos estatutos y estrategia, bajo la presidencia de Inés Arrimadas, y con el apoyo de más del 90 por ciento de la asamblea. Una estrategia que destaca que Ciudadanos es un partido de centro liberal de progreso que persigue una España abierta y europeísta, eso dicen, ante el riesgo de que esta crisis sea aprovechada por populistas y nacionalistas, según palabras de Arrimadas, quien reconoce haber cometido errores y considera que ningún partido ha pagado tanto por ellos.
Aprobados los nuevos Estatutos y la estrategia
Los nuevos Estatutos de Ciudadanos y el documento de Estrategia y Líneas de Acción Política fueron aprobados este sábado por la Asamblea General del partido con el apoyo del 90,1% y el 91,7% de los compromisarios, respectivamente. Este amplio respaldo era previsible en un congreso en el que la inmensa mayoría de los delegados son afines a la dirección del partido.
Tras el debate del viernes en cada uno de los dos grupos de trabajo, se aprobaron un total de quince enmiendas, según informó Cs en un comunicado: nueve enmiendas a la ponencia de estrategia, de las cuales seis han sido transaccionadas, y seis a la de Estatutos, de las cuales tres han sido transaccionadas.
Entre las enmiendas que no se aprobaron, una impulsada por el sector crítico del partido que aboga por romper "desde el centro" la "espiral de polarización ideológica" en la política española y alcanzar acuerdos con partidos que tengan "posiciones moderadas de izquierda y derecha".
Cs debe ser "un proyecto político autónomo, capaz de mantener su identidad electoral individual y diferenciada de los dos bloques enfrentados", en los que no se debe "disolver", decía el texto, que se presentó como reacción a las coaliciones con el PP que Arrimadas promovió para las elecciones en el País Vasco, Galicia y Cataluña.