A los madrileños se les acumula el trabajo. No salen de un lío, el del 4M, y se ven metidos en otro, el de las señas de identidad. La cosa va de adivinar qué significa eso de vivir “a la madrileña”, que no se sabe si es el leit motiv o simplemente el chascarrillo de estos últimos días de campaña.
Para gran debate no da. Pero oye, distrae. Lo de ponerle puertas al campo no resulta útil, pero lo que es entretener... ¡mazo! que diría un castizo.
En fin, que es jueves y queda menos.
Traidor. Fascista. Amargada. Parásito. Rata.
Ciudadanos ha reunido insultos que se han oído en campaña, solo algunos, y los ha plantado en una enorme lona en la Plaza de Salvador Dalí, en pleno barrio de Salamanca. El estreno -con Bal, Arrimadas y Villacís- ha sido este jueves.
Tal y como les vienen los sondeos, uno piensa que no han elegido bien el sitio. En la inmensidad de la plaza aún se les ve más solos. “Ayuso estuvo el otro día y le pasó igual”, aclara Maite mientras recoloca el jersey a un niño que lo que quiere es jugar. Hay muchos otros por allí correteando recién salidos del cole. ¿Qué pensarán que anuncia ese cartel los que sepan leerlo?
“Ni feminazis, ni fascistas, ni machirulos... Madrid no es eso”, clama la vicealcaldesa Begoña Villacís, que abre el acto como telonera del candidato Edmundo Bal.
Maite tiene 39 años, es consultora, de San Sebastián. Vino a estudiar y se quedó a vivir a la madrileña. “Me enganchó”, dice. Como a tantos. Ha sido madrugadora en lo de votar, lo ha hecho por correo y a Ciudadanos, revela declarándose “decepcionada” por la campaña. “Mucho insulto”. Antes votó al PSOE pero esta vez –“con Iglesias no me gusta”- ha cambiado.
Carmen y Elena también. “Somos del PSOE de toda la vida, pero con Podemos no, gracias”, confiesa Carmen, 73 años, economista. Dice que le da “pena” por Gabilondo, pero... La solución ha sido Bal. “Nos ha chiflado”, añade Elena, que le ve “como un político con fundamento, si la gente tuviera la virtud de escuchar”. Las dos piensan que va a haber mucho trasvase de votos.
-¿Y si ayuda a un gobierno del PP con Vox?
-Correremos el riesgo.
Toma la palabra Inés Arrimadas: “No queremos el Madrid de los garrotazos...”, dice para quienes le escuchan.
Algunos por casualidad –“yo es que he salido a correr...”, “yo soy el portero de la finca”- ; otros, porque no les queda otro remedio mientras toman, a la madrileña, una cerveza en las terrazas de la zona. Los que se paran siguen siendo pocos.
Uno de ellos, Vicente, 69 años, jubilado, sentencia cuando le llega el turno a Bal: “Este es de los no muy malos”. Cree que habla bien. “Lo que no se puede es estar tirando piedras unos a otros, eso no lo admito”.
-¿Ha decidido ya el voto?
- No, pero son de los que más se están acercando...- sonríe malicioso.
Los indecisos son clave en el agónico intento de Ciudadanos por salir con vida del 4M.
No confundir. Las que llegan con balas, navajas y amenazas no son las cartas propias de un periodo electoral. Esas son, deberían ser, una anomalía. Lo suyo es recibir otras.
Dentro...
. PP: El logo y una foto de Ayuso con su lema 'Libertad'. Punto.
. PSOE: Una carta personalizada y un flyer. Gabilondo expone las listas maestras de su Gobierno "en serio" - "sin extremismos", sin tocar la fiscalidad, abierto a Europa...- y recuerda algunos compromisos básicos: no vender pisos protegidos a fondos buitre, por ejemplo.
. Ciudadanos: carta recordatorio de las "6 razones para confiar en Edmundo Bal". Y un detalle: recuerda que están "a 10.000 votos de evitar que los extremos decidan el futuro".
. Más Madrid: "¡Hola! ¿Cómo estás?", saluda la carta de Mónica García. "Médica, madre y candidata", precisa en la firma junto a sus propuestas. Entre ellas, hospitales "punteros". También un detalle: un código QR por si "aún" no conoces a Mónica García. Moderna forma de admitir donde está su punto débil.
. Podemos: Diseño gráfico para recordar el Madrid de los balcones. Y una carta de Pablo Iglesias para recordar "25 años de privatizaciones, recortes y corrupción". Se nos olvida, dice, pero "eso va a cambiar", afirma. "Somo más".
. Vox: El sobre es el mensaje: una bandera de España. Dentro, la foto de Monasterio protegida por Abascal.
Correos no está de suerte con este 4M. Ha estado en el foco por lo de los proyectiles en las cartas que sortearon sus sistemas de deteccón. Ahora por los recibos en los que le aparece la anotación de un voto por correo a alguien que no lo ha hecho.
Aquí la queja, y la explicación:
El PP y Vox han llevado el caso a la Junta Electoral, que les ha dicho que se la reclamen a la empresa. Lo dicho: el tradicional fallo técnico.
. Ángel Gabilondo (PSOE): “La educación y la política son el arte de hacer lo que uno debe, y no lo que uno quiere”. “Soy muy pertinaz y resistente. A mí no me teledirige nadie”. (Sobre si pactará con Podemos y la mano de Moncloa).
. Mónica García (Más Madrid): "Somos el lobby de la ilusión, de la alegría y el que va a cambiar las cosas en la Comunidad".
. Isabel DíazAyuso (PP): "Pablo Iglesias nació del mal para hacer el mal. ¡Madre mía que campañita nos está dando... qué ganas de que acabe!".
Son las estrellas del momento. En la información, en la propaganda, y en la publicidad...
Isa, Ángel, Mónica, Pablo, Edmundo y Rocío. La inmobilaria que se anuncia les promete solución a cada uno para su supuesto problema. Porque se refiere a ellos ¿No?