El análisis de las facturas de Aizoon, la empresa de los duques de Palma, no deja de darnos sorpresas. Ya sabíamos que se habían cargado gastos particulares, pero llaman la atención, por ejemplo, los gastos de una profesora particular que les daba clases de liderazgo, los de un viaje a Roma, un safari por Sudáfrica o los del combustible en su flota de vehículos. De repostar y de pedir los justificantes se encargaban los escoltas.