El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, confirmó hoy en su rueda de prensa diaria la reunión entre ambos en septiembre pasado en Nueva York.
El encuentro ha sido el de mayor nivel entre Estados Unidos y Cuba bajo el Gobierno del presidente Barack Obama.
"La reunión tuvo lugar para alentar la liberación de Alan Gross", dijo Crowley. "Desafortunadamente esto no ha ocurrido todavía", agregó.
El estadounidense lleva detenido en Cuba desde el 4 de diciembre acusado de espionaje, algo que el Departamento de Estado ha negado rotundamente,
Gross, de 60 años, era subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) y como tal distribuía ordenadores portátiles, móviles y otros equipos tecnológicos a una comunidad judía en la isla.
En los más de 10 meses que lleva detenido, no se han presentado cargos contra él.
"El propósito de la reunión fue simplemente alentar a Cuba a que lo libere", recalcó Crowley.
"Quisiéramos que ocurriese hoy mismo, pero eso depende del Gobierno cubano", señaló.
Entre los miembros del Gobierno que han pedido públicamente la liberación del contratista se encuentra la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Valenzuela ya habló a principios de agosto de la situación de Gross con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, cuando éste visitó Washington.
En agosto, EE.UU. aprovechó el viaje del gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, a La Habana para pedirle que intercediera ante el Gobierno cubano para conseguir la liberación "inmediata" de Gross.
Además, en abril pasado, Cheryl Mills, la jefa de gabinete de Clinton, abordó con Rodríguez el caso de Gross en el marco de la Conferencia Internacional de Donantes para Haití, que se celebró en Nueva York.
En febrero el entonces subsecretario de Estado adjunto para Latinoamérica Craig Kelly viajó a La Habana para otra ronda de conversaciones sobre asuntos migratorios con Cuba y también en esa ocasión pidió la liberación de Gross.