Pedro Sánchez diseña la nueva propuesta a Podemos para lograr un acuerdo contrarreloj

  • Tras la primera votación fallida, el candidato a presidente del Gobierno se encierra hasta las seis de la tarde para empaquetar la oferta

  • Acompañan al líder del PSOE Carmen Calvo, Adriana Lastra, María Jesús Montero y José Luis Ábalos

Pedro Sánchez escucha por boca de la presidenta Batet el resultado de la votación: 124 síes, 52 abstenciones y 170 noes. Acaba de ser derrotado. Toma aire. Suspira. Recoge sus papeles y con gesto serio se levanta. Hace ademán de irse, pero se gira a la vicepresidenta, Carmen Calvo, y le indica algo así como "vamos a reunirnos".

Lo mismo hace con la portavoz de su grupo, Adriana Lastra, a la que señala hacia los despachos del Congreso. Lastra busca con la mirada a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y le indica que se una a la reunión, mientras Ábalos, el secretario de Organización de PSOE y ministro de Fomento, acelera el paso para incorporarse. Sánchez acaba de decidir que va a por todas para buscar en las próximas horas el acuerdo. No quiere perder ni un minuto.

Desde el final de la votación hasta las seis de la tarde ha estado Sánchez reunido con su equipo negociador en los despachos que el Gobierno tiene en la Cámara. Tres horas y media diseñando la nueva oferta para Unidas Podemos que tuvo un preámbulo en la intervención de la vicepresidenta a primera hora.

Carmen Calvo quiso dejar claro, sin ser clara, que Irene Montero podría ser vicepresidenta del Gobierno: "Era muy importante que otra persona muy importante para ellos en su liderazgo estuviera en un rango importante en el Gobierno. Eso fue aceptado", dijo Calvo. Después de vetar a Iglesias, ya no más vetos.

El guiño de Calvo

El guiño matutino de Calvo influyó en que Podemos cambiara su voto. Pasó del no a la abstención en apenas unas horas y pilló a la propia Irene Montero con el pie cambiado porque ya había lanzado su voto telemático desde casa, sin poder cambiarlo. La supuesta vicepresidenta fue la única de su grupo en votar en contra. El resto de Unidas Podemos, según anunciaron media hora antes de la votación, se abstuvo.

A la salida de la reunión convocada por Sánchez, la vicepresidenta llamó inmediatamente a Pablo Echenique para trasladar una nueva oferta a su formación. Con ella, esperan en el PSOE el sí definitivo de Unidas Podemos y que este voto arrastre a ERC y Bildu para lograr que el jueves Sánchez sea presidente. La negociación se va a hacer contrarreloj. Ni PSOE ni UP quieren llegar a la decisiva sesión de pasado mañana tan distanciados como llegaron a esta. Quieren amarrar el sí y eso les mueve a los dos al acuerdo. Ninguno quiere dejar pasar la oportunidad. Veremos si lo logran.