Rubalcaba y Jáuregui: dos expertos para derrotar a ETA antes de las elecciones de 2012

ÍÑIGO URQUÍA 20/10/2010 21:00

Como ministro del Interior, vicepresidente primero y portavoz del Ejecutivo,Rubalcaba (28 de julio de 1951, Solares) se convierte -más si cabe- en el timonel del Gabinete, en la mano derecha de Zapatero hasta 2012. Sea o no el delfín, este cántabro que llegó por primera vez a un gobierno socialista en 1982 es uno de los políticos que mejor conoce la situación política vasca.

El titular de esta cartera Sin embargo, Rubalcaba cambió el rumbo de la política antiterrorista en la segunda legislatura, atrayendo a sus tesis hasta al PP de Mariano Rajoy: el azote de ETA intentó lograr el final dialogado de ETA en el alto el fuego permanente que los terroristas dinamitaron con ETAel atentado de la T-4, en 2006. puso los grilletes a cinco jefes de la banda y a tres centenares de militantes.

El otro nombre propio de la remodelación de este miércoles es Ramón Jáuregui, a quien el presidente rescata de su destierro europeo. Su designación como ministro de Presidencia es un guiño retórico al PSE-EE, enfadados después de que los Presupuestos Generales del Estado se pactaran con el PNV.

La buena relación de Jáuregui (1 de septiembre de 1948, San Sebastián) con Por su parte, el número dos de Zapatero recibirá el respaldo de un histórico dirigente socialista vasco ante futuros movimientos con la organización terrorista: con Rubalcaba ha allanado la llegada del vasco a la fontanería sus años de consejero y vicelehendakari los nuevos socios jeltzales.

Pese a su distancia con Patxi López, éste se ha mostrado "encantado" con la decisión: el lehendakari ha calificado de "político brillante" y de "buen amigo" al nuevo ministro. También el PNV ha recibido la noticia con agrado. El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, ha subrayado que "es una persona con un bagaje político muy importante", mientras que la eurodiputada Izaskun Bilbao ha destacado su "experiencia" y su conocimiento de las realidades políticas española y vasca.

Tanto Rubalcaba como su lugarteniente tienen el don de la palabra y grandes dotes comunicativas, destrezas de las que carecía el anterior Ejecutivo y que serían muy necesarias en el caso de tener que explicar un diálogo con la banda. Mientras que Jáuregui se ha destacado por su potente y fina oratoria en el Parlamento español y en el europeo, el nuevo vicepresidente primero afianzó el poder socialista en el Congreso tras las elecciones de 2004. No obstante, aún luce una medalla más brillante en su pechera: el cántabro ejerció de portavoz del Gobierno en los últimos estertores del felipismo, cuando arreciaban escándalos como los GAL. Ahora volverá a dar la cara ante los periodistas después las reuniones del Consejo de Ministros. En resumen, y en palabras de Zapatero, el presidente aspira a "explicar más, tener más iniciativas políticas" y volcarse más.

El perfil de ambos políticos sugiere que Zapatero desea buscar el principio de un final para ETA antes de que termine la segunda legislatura. Aunque el presidente no puede apostar fuerte (por las similitudes entre el actual anuncio de "no llevar a cabo acciones armadas ofensivas" y el proceso fallido de 2006), tampoco desaprovecharía la ocasión si lo ve claro. IUL Zapatero quiere encontrar su salvación electoral en la política