El inicio de las acciones por parte de los independentistas se produce cuando ya se ha puesto en marcha el dispositivo especial de seguridad con motivo de la sentencia del Supremo. Hasta Cataluña se ha desplazado un importante número de agentes, de Guardia Civil y de Policía Nacional que es más que evidente sobre todo en los lugares más sensibles.
Cuatro furgones de Policía Nacional vigilan el Aeropuerto del Prat y un cordón de vallas protege la Delegación del Gobierno. Una imagen que se repite en Parlament de Cataluña con agentes de los Mossos de Esquadra. Son algunos de los puntos calientes que la policía catalana y los cuerpos de seguridad del Estado tienen blindados de cara a las movilizaciones de la sentencia del procés.
Desde ayer, un millar de agentes antidisturbios de los Mossos y 2000 efectivos de Policía Nacional, junto con la Guardia Civil, se preparan para afrontar una semana de protestas. Se prevén cortes de carreteras, manifestaciones masivas y también huelgas. Algo que va a alterar el día a día de los catalanes. El dispositivo se acentuará justo cuando se dé a conocer la sentencia, momento en que está previsto que la gente salga a la calle. El operativo está previsto que dure varios días.