Eduardo de Castro ha tomado posesión del cargo como presidente de la ciudad autónoma de Melilla en un acto en el que no han estado presentes los representantes del PP y VOX. La ausencia es un gesto de protesta por el modo en el que De Castro, que es el único diputado de Ciudadanos en Melilla, acabó siendo elegido.

Había un acuerdo para que el voto del ahora presidente sirviera para apoyar la reelección del candidato popular Juan José Imbroda unido al apoyo de VOX pero De Castro tomó otra decisión, se votó a sí mismo, y con el apoyo de los diputados del PSOE y Coalición por Melilla logró la mayoría para ser elegido presidente.

Tras esa votación, cuando De Castro se cruzó con Juan José Imbroda hubo un encontronazo, un agarrón y el candidato del PP lo acusó después en Twitter de ser un traidor y un sinvergüenza.

Hoy, el nuevo presidente de Melilla ha dicho tras tomar posesión del cargo que cada cual es libre de expresarse como quiera pero que él quiere “pasar página”. La página que ha pasado en Melilla es la del gobierno del PP que hasta hoy había durado 19 años consecutivos aunque los populares no se resignan y han llevado el asunto a los tribunales alegando que De Castro se votó a sí mismo y recibió los apoyos del PSOE y Coalición por Melilla pero que no presentó su candidatura antes de hacerlo.