Después de nueve horas de declaración, Diego Torres abandonaba los juzgados de Palma dejando tras de sí una estela de graves acusaciones, principalmente contra la Casa Real. Para sostenerlas, ha presentado una nueva remesa de 109 correos electrónicos de todo tipo. En su primera andanada, Torres insiste en que la Casa Real conocía y amparaba los negocios de Iñaki Urdangarin e, incluso, ha añadido que el Rey llegó a interceder en favor del duque de Palma en varias ocasiones. En uno de esos mails, diversos testigos presentes en la declaración sostienen que el Rey pidió a la princesa Corinna que tuviera en cuenta a su yerno para presidir en España la Fundación Laureus con un sueldo superior a 200.000 euros anuales. Tampoco sale bien parado en la declaración el asesor real José Manuel Romero, conde de Fontao. Según Torres, Romero, lejos de pedir a Urdangarin que dejara sus negocios, lo que supuestamente hacía era supervisarlos y recomendarle que su nombre no apareciera en los documentos. Por no librarse de las iras de Torres, no se libra ni el abogado de Urdangarin. Le ha acusado de tratar de comprar su silencio a cambio de pagar la minuta de su abogado y darle un empleo en el extranjero, extremo que el aludido, visiblemente preocupado, negaba. En los mails incluso aparecen bromas no aptas para todos los gustos. En uno de ellos, relacionado con el patrocinio de un equipo ciclista, Urdangarin adjunta una foto de varias mujeres desnudas sobre varias bicicletas.