La inminente llegada de Año Nuevo ha motivado el tradicional discurso de los presidentes autonómicos, con el foco puesto este año especialmente en Carlos Mazón tras la trágica DANA del 29 de octubre que asoló especialmente a Valencia.

En su discurso, centrado en las consecuencias de la riada, el presidente del Govern valenciano ha subrayado que “no podemos permitirnos el lujo de la división cuando lo que necesitamos es unirnos para reconstruir y para avanzar”, informa Nuria Grau.

“Vuelvo a apelar a la política, a la buena política, en la cual nadie caiga en la tentación de apropiarse de un dolor que es de todos”, ha aseverado.

En su discurso desde el Palau de la Generalitat, de aproximadamente 13 minutos,  ha querido mencionar lugares que todavía siguen muy afectados, como Paiporta, donde todavía siguen los operarios intentando extraer lodo de los garajes mientras voluntarios reparten comida caliente.

Reclamando unidad, Mazón ha insistido en que no haya discrepancias, insistiendo en la necesidad de trabajar todos a una para poder sacar a Valencia adelante.

En este sentido, también ha mandado un mensaje de apoyo a todos los damnificados y a los familiares de las víctimas de la DANA.

"La colaboración entre todas las fuerzas políticas es imprescindible. No podemos permitirnos el lujo de la división cuando lo que necesitamos es unirnos para reconstruir y para avanzar". “Creo que se puede disentir sin destruir, que para debatir con honestidad no es necesario insultar. Por ello, reclamo la legitimidad y la colaboración de todos los partidos, de la resta de instituciones públicas, nacionales, provinciales y locales. Hay que estar a la altura para que no caigan discrepancias alrededor de la única cosa que es imperativo acordar: que nos levantemos unidos y recuperemos Valencia”, ha dicho.

Ese mensaje, –el de unidad–, es uno en el que casi todos coinciden: “Apelar a ese espíritu de entendimiento y diálogo entre quienes piensan o defienden posiciones ideológicas diferentes”, ha dicho Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia.

También para 2025 pide esa “unidad” Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, recalcando que “significa abandonar el frentismo; abandonar exactamente hoy el populismo, a veces instalado en las propias instituciones”.

De ese populismo alertan igualmente otros presidentes, como el lehendakari Imanol Pradales: “No os dejéis embaucar por mensajes populistas que no dicen la verdad. Los problemas complejos, que los tenemos, no se solucionan con respuestas simples”.

Por otra parte, hay quienes ponen el acento en el peligro de la desigualdad entre territorios, en referencia a la financiación autonómica: “Frente a los que alientan privilegios, defenderemos los principios de libertad, igualdad, justicia y solidaridad”, afirma Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, en su discurso.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha reivindicado la vía andaluza de la "serenidad y moderación" para mantener a Andalucía "alejada del ruido y de la mentira que cada día inunda más el debate político" y ha defendido el diálogo con todos en busca de acuerdos, incluido el Gobierno de la Nación, como el "mejor camino posible para poder avanzar".

Moreno no se ha olvidado en su discurso de fin de año de que 2024 ha estado "marcado por la catástrofe de Valencia, que también golpeó Andalucía" y ha enviado "un abrazo fraternal a nuestros compatriotas valencianos y a los funcionarios andaluces, a los voluntarios y personal de emergencia que se volcaron tanto en ayudar allí y en ayudar aquí". "Ya la pandemia nos enseñó que somos muy vulnerables y ahora la dana nos lo ha vuelto a recordar", ha añadido

Jorge Azcón (PP), de Aragón ha apostado por las inversiones. Logística, agroalimentación, automoción, energía y tecnología han sido los sectores citados por Azcón durante una intervención de marcado acento económico que, no obstante, no ha olvidado palabras de cercanía con los afectados por la dana o por el incendio en una residencia de Villafranca de Ebro, que en noviembre causó 10 muertos.

Adrián Barbón (PSOE), de Asturias se ha centrado también en economía porque 2025 será "crucial para la industria y, en especial, para la siderurgia integral, irrenunciable en Asturias".

Desde el Museo de la Sidra de Nava, Barbón ha mirado a la UE para que la región aborde la descarbornización y al Parlamento autonómico para que en 2025 haya unos presupuestos orientados a vivienda, juventud y salud mental. Asimismo, ha pedido valorar la cultura y la lengua asturianas.

Fernando Clavijo (CC), de Canarias, se ha focalizado como no podía ser de otra forma en la inmigración.

El presidente canario ha recurrido a las redes sociales para destacar la gestión hecha durante un 2024 de "grandes logros", aunque también plagado de "retos", en especial la política migratoria. De hecho, imágenes de personas migrantes llegando a las islas han acompañado sus palabras. Un "modo canario de hacer las cosas", basado en la "cercanía" y el "diálogo", es el modo que Clavijo quiere seguir poniendo en práctica en 2025, y así, seguir reforzando la sanidad, la educación y el crecimiento económico.

Alfonso Rueda (PP), presidente de la Xunta se ha centrado en la juventud y se ha comprometido a garantizar, a lo largo del año que viene, una política de serenidad, responsabilidad y "altura de miras", si bien ha precisado que en la educación, en la formación profesional y en un empleo de calidad estarán también sus prioridades.

El Pazo de Fonseca y la Biblioteca América han sido escenarios de una intervención en la que no ha obviado mensajes a la juventud, no sólo para recalcar su apuesta por salarios dignos, sino también para favorecer la entrada en una vivienda. Ha fijado las navidades de 2028 como plazo para poner en el mercado el doble de viviendas públicas.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha recalcado que la región tiene por delante "muchos desafíos", como preservar sus competencias, defender la unidad de España y la Constitución y el reto de la energía. Madrid "es el primero en cumplir la ley, en pedir que se cumpla en España y por el mundo y en no permitir la impunidad ni callar ante el abuso, ni el totalitarismo en cualquiera de sus formas".

En lo que sí vuelven a coincidir todos, por su parte, es en poner sus territorios como ejemplo de progreso económico.

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