Menos de una semana le queda al 2024. Durante estos días, los políticos han hecho balance sobre el año. El lunes fue el presidente del Gobierno, hoy viernes será Alberto Núñez Feijóo. Lo hace un día después de la presidente madrileña.

En su comparecencia, Isabel Diaz Ayuso ha anunciado nuevas rebajas de impuestos y hay un nombre que ha sido el más citado en su discurso: el de Pedro Sánchez. 

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha hecho balance de la acción del Gobierno regional a la vez que ha alertado de los "enemigos clásicos de España, los que siempre han vivido de ella, y el más inesperado de todos los enemigos: el propio Gobierno de la Nación".

Desde la Real Casa de Correos, en una rueda de prensa, la dirigente madrileña comenzaba destacando que el 93% de las medidas del programa electoral con el que se presentó a las últimas elecciones "están ya cumplidas o en marcha". "Aunque quieren acostumbrarnos a que mentir o cambiar de opinión suplantan programas de gobierno, en la Comunidad de Madrid defendemos la obligatoriedad de cumplir los compromisos con los que pedimos el voto a los ciudadanos", ha subrayado.

La dirigente madrileña ha defendido que tiene "un Gobierno honesto, que no hace pactos antinatura, que no dilapida el Código Penal, que no amnistía delitos, que no oculta el proyecto, como está ocurriendo con el Gobierno de Sánchez", que pretende instalar "de una manera cada vez menos oculta" al país en una "república plurinacional".

Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, hace este viernes balance político del 2024, un año en el que ha pedido que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presente su dimisión y convoque elecciones por las investigaciones de corrupción que afectan a su familia, su Gobierno y su partido.

Feijóo ofrecerá su visión de lo que le espera al Ejecutivo en 2025 en el espacio Jorge Juan de Madrid, donde atenderá a las preguntas de los periodistas en su tercer cierre de año como líder de la oposición.

El PP inició el 2024 manteniendo su batalla contra la ley de amnistía, ya aprobada y recurrida ante el Tribunal Constitucional, y lo culmina empleando las investigaciones por corrupción como ariete contra el jefe del Ejecutivo.

En público y en privado, los populares sostienen que el escenario de la corrupción irá a peor porque en los próximos doce meses se conocerá si tras la instrucción se abre juicio oral contra la mujer o el hermano de Sánchez. La dirección del PP está a la expectativa de cómo actuarán los socios de Sánchez.

El PP tiene además en el centro de su diana la debilidad parlamentaria del Gobierno de coalición, que tiene en Junts uno de los principales elementos de desestabilización, junto a Podemos.

Pese al debate interno que suscita, Feijóo ha cerrado el año alcanzando acuerdos con Junts en materia fiscal, lo que ha supuesto romper la mayoría de la investidura y tener capacidad de legislar desde la oposición. A futuro, los populares quieren explorar nuevos pactos con los de Carles Puigdemont, siempre que no impliquen contraprestaciones a los nacionalistas.

En ese sentido, el PP está a la espera de qué ocurrirá y cómo actuará el PSOE ante la exigencia de Puigdemont de que Sánchez se someta a una cuestión de confianza, a la que Junts ha dado forma de una proposición no de ley, no vinculante, que cuenta con el respaldo de los populares y cuya tramitación ha aplazado el Congreso.

En todo caso, el PP concluye 2024 sin tener sobre la mesa el escenario de una moción de censura, al considerar que no hay números para cambiar al Gobierno desde el Congreso, y que presentarla sin garantía de éxito puede reforzar a Sánchez.

El PP encara además 2025 con la incertidumbre de cómo actuará Vox, tras la decisión de Santiago Abascal de romper con los populares en seis autonomías, que ahora se enfrentan al reto de aprobar presupuestos o quedarse en la prórroga parlamentaria, sin que se descarten posibles adelantos electorales.

También es una incógnita para los de Feijóo la evolución del PP en la Comunidad Valenciana, tras la riada, y si Carlos Mazón podrá mantenerse al frente. La dirección nacional del PP se da cuatro meses para componer una radiografía del impacto electoral dejado por la dana, antes de tomar decisiones.

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