El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que seguirá al frente del Ejecutivo: "He decidido seguir", ha confirmado en una declaración institucional desde el Palacio de la Moncloa. El líder del PSOE ha admitido que la carta del pasado miércoles "pudo desconcertar, porque no obedece a ningún cálculo político", pero ha confirmado que necesitaba "parar y reflexionar".
Sánchez ha agradecido las muestras de cariño recibidas en los últimos días, desde que anunció que cancelaba su agenda pública, en especial la del PSOE que ha "influido decisivamente" en su decisión, según ha afirmado.
"He decidido seguir, seguir con más fuerza si cabe al frente de la Presidencia. Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se lo garantizo", ha indicado el presidente.
"Por eso asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia", ha añadido a continuación.
"He actuado desde una convicción clara: o decimos basta o esta degradación de la vida pública condenará nuestro futuro y nuestro país. Es cierto que he dado este paso por motivos personales, pero todo el mundo los puede entender. Estamos hablando de respeto, de dignidad, de principios que van mucho más allá de las opiniones políticas y que nos definen como sociedad", ha afirmado.
"Esto tiene que ver con las reglas del juego. Si consentimos que los bulos deliberados dirijan el debate político, si permitimos que la sinrazón se convierta en rutina la consecuencia será que habremos hecho un daño irreparable a nuestra democracia", ha continuado.
Además, ha pedido que "la mayoría social se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo".
"Debemos decidir qué tipo de sociedad queremos ser y creo que nuestro país necesita hacer esta reflexión colectiva. De hecho, durante estos cinco días ya hemos comenzado a hacerla. Una reflexión colectiva que abra paso a la limpieza, a la regeneración y al juego limpio".
El detonante de esta crisis fue la denuncia presentada por la organización Manos Limpias contra la esposa de Sánchez por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios, debido a sus relaciones con empresas que han recibido fondos públicos.
Ese mismo miércoles se supo que un juez de Madrid decidió abrir diligencias previas a raíz de esa denuncia y Sánchez salió al paso en la sesión de control al Gobierno. Sin que nadie le preguntase expresamente por ese asunto dijo: "En un día como hoy y con las noticias que he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la Justicia de mi país, en su autonomía y en su independencia". Horas después, esa misma tarde, publicó la carta en su cuenta de X (antiguo Twitter).
En el texto denunció una campaña contra él y su entorno que lleva meses perpetrándose y señaló directamente a los líderes de PP y Vox Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, a quienes acusa de "sobreactuar". "En este atropello tan grave como burdo, ambos son colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias", señaló.
"En resumen, se trata de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa", en las que incluye la denuncia del PP ante la Oficina de Conflictos de Interés, las informaciones periodísticas sobre su esposa y ahora la denuncia de Manos Limpias.
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