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Este miércoles todos los españoles conocimos la inesperada carta del presidente del Gobierno, que tenía un mensaje también inesperado: "No me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado". Pedro Sánchez necesita un tiempo para plantearse si seguir en su cargo después de que un juzgado de Madrid haya abierto diligencias contra su mujer, Begoña Gómez, con motivo de una querella de Manos Limpias. Hoy se sabe que Hazte Oír también ha presentado otra querella ante el Tribunal Europeo. Así lo decía Sánchez en sus redes sociales.
"¿Merece la pena todo esto?". Se preguntaba a sí mismo en su carta publicada en redes sociales. Automáticamente se respondía. "Sinceramente, no lo sé. Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa. Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas". El fin del comunicado era confesar su situación y anunciar su decisión de tomarse cinco días de "reflexión".
Así, el plazo de estos cinco días concluye el día 29 de abril, día en el que Sánchez comparecerá informando de su decisión. Casualmente, el día de la festividad de San Pedro Mártir coincide con la fecha de este próximo lunes. Ya son varios los que señalan el "victimismo" del líder del PSOE.
El líder de Vox, Santiago Abascal ha cargado contra Sánchez diciendo que este está haciendo "una nueva interpretación". Mientras, el primero en señalar su comportamiento fue Alberto Núñez Feijóo haciendo alusión a que el presidente se comportaba como un adolescente. "El presidente del Gobierno de España no puede montar un espectáculo de adolescente para que vayan detrás diciéndole que no se vaya y que no se enfade", apuntaba Feijóo.
En concreto, Pedro de Verona (1252) fue un religioso dominico y sacerdote, miembro del Tribunal del Santo Oficio, fue muy conocido en la época por ser un gran orador y predicador y por su gran conocimiento de la Biblia y su severidad en la forma de vida. Evangelizó por toda Italia, predicando en Roma, Florencia, Bolonia, Génova y Como.
El mártir italiano murió asesinado cuando volvía de Como a Milán. Pietro da Balsamo, le asesinó de un golpe en la cabeza y una puñalada en el pecho. El crimen habría sido urdido por el obispo hereje Daniele da Giussano y algunos señores milaneses, entre ellos Stefano Confalonieri.
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