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Mientras el PP celebra los resultados conseguidos en las elecciones del 18F en Galicia y Alberto Núñez Feijóo reivindica su liderazgo en el partido haciendo una lectura nacional de lo ocurrido en los comicios autonómicos, en el PSOE tratan de mirar hacia adelante. En el horizonte tienen otras dos citas electorales, --la del País Vasco y la de las europeas--, y una situación cada vez más preocupante: en los últimos años ha perdido mucho poder territorial.
Concretamente, hace cuatro años el PSOE gobernaba en nueve comunidades autónomas, con presidente como Ximo Puig o Francina Armengol, pero en todo este tiempo ha perdido seis y ahora mismo los socialistas solo mantienen Asturias, Navarra y Castilla-La Mancha, con el socialista más critico con el presidente Pedro Sánchez, Emiliano García-Page.
El dirigente manchego, cuando todavía se estaba asumiendo el batacazo socialista en las urnas, irrumpía con sus declaraciones mostrando alegría por los resultados: “Si el PP hubiera perdido la mayoría seguramente el ganador era Puigdemont. Luego, me alegro de que no haya ganado Puigdemont", ha dicho, lo que ha tenido una respuesta inmediata por parte de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
“Me resulta incomprensible que el señor Page diga esto porque uno siempre tiene que saber, cuando su equipo juega, cuál es la camiseta que uno lleva", ha dicho la andaluza.
Montero llama hoy a hacer equipo y cerrar filas. Los resultados no convencen, pero se niegan a hacer una lectura nacional del fracaso socialista en Galicia.
“Esto no es una segunda vuelta de nada”, ha dicho Pilar Alegría, portavoz del Ejecutivo, que ha resaltado: “El presidente del Gobierno, hoy, es Pedro Sánchez”.
El partido cuenta con poco más de un mes para identificar errores y poner rumbo a las siguientes citas electorales.
“Autocrítica sí, pero no flagelaciones”, señala Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso. La dirección del partido apunta la necesidad de fortalecer a los líderes territoriales. El primer examen lo tendrán que superar ya en abril con las autonómicas en el País Vasco. Cuando todavía se estén digiriendo, llegarán las europeas.
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