Crónica de una votación 'in extremis': "Nos sobran seis minutos"

Cuando todo parecía indicar que Junts se desmarcaría y votaría en contra de los tres decretos del Gobierno, una frase ha dejado en el aire la duda de si finalmente los independentistas catalanes habían cerrado un acuerdo: "Nos sobran seis minutos".

El Gobirno supo solo seis minutos antes que sacaría adelante dos de los tres decretos

Así lo dejaba caer el ministro Félix Bolaños con una sonrisa en los labios a las 15.24 horas, justo seis minutos antes de que finalizara el plazo de votación telemática al que debían acogerse los 350 diputados para posicionarse sobre los primeros decretos ley del Gobierno y cuando ya se sabía que uno caería por el rechazo de Podemos.

Los diputados de Junts han salvado 'in extremis' un conjunto de medidas anticrisis que el Gobierno en bloque se ha encargado de señalar desde primera hora de la mañana que no se podían dejar caer porque iban en beneficio de la gente.

Bajadas del IVA, transporte gratuito, subida de las pensiones contributivas o la reforma de la administración de la Justicia comprometida con Bruselas para poder recibir 10.000 millones de euros, se han salvado por la campana en una sesión plenaria del Congreso celebrada en el Senado donde los pasillos han sido los protagonistas.

Mientras en el hemiciclo de la Cámara Alta se producían debates de bajo voltaje, sin ruidosas intervenciones de los portavoces parlamentarios, a pocos metros se gestaba un acuerdo con Junts para facilitar los decretos sin sus votos o con su abstención.

Bolaños ha sido el ministro que más veces ha entrado y salido del hemiciclo, siempre con teléfono en mano. Primero con Aitor Esteban a eso del mediodía, antes de la votación, y posteriormente con la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Horas de mucha tensión en las que se ha llegado a especular con la convocatoria de un Consejo de Ministros extraordinario para volver a aprobar los nuevos decretos que parecían decaer. Hasta el secretario de Estado de las Cortes, Rafael Simancas, mostraba cara de preocupación.

Malestar en el Gobierno por el voto negativo de Podemos

Aunque sin duda los que realmente no ocultaban su malestar han sido los diputados de Sumar, cuando han visto que Podemos ha votado en contra del decreto de Yolanda Díaz, que no ha sido convalidado.

"Todos al precipicio", comentaba un cargo relevante del grupo parlamentario de Sumar, antiguo diputado de la formación morada, que calificaba de "irresponsables" a sus excompañeros de partido.

De hecho, otras voces como la de la portavoz adjunta de Sumar en la Cámara Baja Aina Vidal, siempre más templada, ha alzado la voz: "Hoy no hacen daño a ninguna vicepresidenta (Yolanda Díaz) sino a los ciudadanos" y ha lamentado que los morados se hayan alineado con PP, Vox y UPN.

Lo cierto es que la vicepresidenta segunda, habituada a vestir de blanco, ha abandonado su color fetiche para acudir al Senado de riguroso negro, quizá previendo el revés que le querían propinar sus exaliados de partido.

La venganza llegaba pasadas las dos de la tarde, cuando la exministra Ione Belarra anunciaba que pedían la devolución del decreto con su voto en contra al considerar que se producía un recorte en las pensiones futuras de los desempleados mayores de 52 años, al reducirse sus cotizaciones.

Desvelada ya la incógnita de uno de los decretos la tensión se ha mantenido hasta el final y los ojos estaban puestos en la carpeta roja con la que entraba el letrado segundo de la Mesa del Congreso al hemiciclo y que contenía la suma de todos los votos.

Eso sí, con algún error, ya que aunque los de Puigdemont habían decidido no votar en tres decretos, el procedimiento telemático ha jugado una mala pasada en el móvil de un diputado de Sumar que no ha podido votar y casi provoca "un Casero".

Otra vez salvados por la campana gracias a un empate que ha obligado a repetir la votación, esta vez por llamamiento para que no volviera a producirse ningún problema informático.

Y así ha sido, el decreto anticrisis se ha convalidado pero esta vez con la abstención de Junts, después de conocerse que habían pactado no solo la supresión del obstáculo a la aplicación de la amnistía sino que se deleguen las competencias sobre inmigración a la Generalitat y se revierta el decreto que se aprobó en 2017 para que las empresas puedan volver a Cataluña.

Café pero no para todos, como dejaba claro la portavoz de Junts en el Congreso en un pleno maratoniano de gran expectación. También para los ujieres del Congreso que hoy se han mudado de Cámara.

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