Encuentro histórico. Y en pleno centro de Madrid. Aunque se esperaba que la infanta Elena celebraría su 60º cumpleaños en la intimidad del Palacio de Zarzuela, finalmente se han decantado por Pabú, un restaurante ubicado en el distrito de Chamartín, para este esperadísimo reencuentro familiar.
Las primeras en acceder al establecimiento de moda han sido Irene de Grecia, la única hermana que le queda a la reina Sofía, y su sobrina Alexia de Grecia. Junto a ellas también han aparecido tres de los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin: Juan, Pablo e Irene.
Miguel, el tercer hermano del clan, ha sido la única ausencia a la comida junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía, a las que les ha sido imposible estar presentes ya que la primera está formándose en la Academia Militar de Zaragoza y la otra continúa cursando Bachillerato en el UWC Atlantic College de Gales.
La siguiente en aparecer ha sido la protagonista de la jornada, la infanta Elena, que muy sonriente ha atendido a los medios de comunicación, a los que ha agradecido su presencia. La primogénita de los reyes eméritos ha acudido al festejo con un ramo de flores a partir de las 14:00 horas, justo después de finalizar su jornada laboral en la Fundación Mapfre, situada en el Paseo de Recoletos de Madrid.
Con la cumpleañera ya dentro del restaurante ha hecho acto de presencia uno de los asistentes que más expectación generaba: el rey Juan Carlos. Horas antes, a media mañana, la prensa había captado la llegada del emérito al aeropuerto de Barajas acompañado de la infanta Cristina.
Antes de que el que fuese Jefe del Estado entrase en el local, su hermana, la infanta Margarita, llegaba con la ayuda de su marido Carlos Zurita.
Posteriormente, por esta céntrica Calle de Panamá de la capital ha desfilado otra de las protagonistas de la jornada, la reina Sofía, en su caso junto a la infanta Cristina, que acababa de llegar con su padre de Ginebra, donde continúa residiendo.
No podían faltar en un día como este sus hijos. Victoria Federica de Marichalar, que vive en Madrid, no tenía gran inconveniente en estar en el cumpleaños de su madre. El que sí ha tenido que viajar miles de kilómetros ha sido su hermano, Felipe Juan Froilán, que hace meses se instaló junto a su abuelo en Abu Dabi. Él también llegó en la mañana de este miércoles a España.
Pero si habían dos invitados cuya presencia era un misterio, esos eran los reyes Felipe y Letizia. El hecho de que sus agendas oficiales estuviesen libres de actos durante toda la jornada ya dejaban intuir que estarían en este reencuentro familiar. Pero no ha sido hasta que han bajado del coche, muy sonrientes, cuando se ha completado la foto de familia.
Una imagen, aunque se haya completado a cuentagotas, que no se repite desde que el Caso Noós, la pandemia o los escándalos financieros del rey emérito obligaron a que muchos miembros del clan pasasen a estar en un segundo plano, al menos de cara a lo público.
En este distendido almuerzo que ha arrancado con un aperitivo también han sido invitados los primos paternos de la infanta Elena. Concretamente Simoneta Gómez-Acebo, hija de la fallecida infanta Pilar, y María y Alfonso Zurita, hijos de la infanta Margarita.
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