José Miguel Arenas Beltrán, más conocido como Valtònyc, ha sido condenado a dos años de prisión en una sentencia de conformidad acordada entre las partes en el juicio celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Sevilla, con lo que no tendrá que ingresar en prisión. Cabe destacar que el rapero llegó a finales de octubre a España tras pasar cinco años en Bélgica. Lo hizo al prescribir la condena de tres años y medio de cárcel que la Audiencia Nacional le impuso por delitos como enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona.
En el juicio, resuelto el martes en la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, Valtònyc ha reconocido los hechos, ha pedido disculpas y ha aceptado la pena de dos años de prisión más el pago de las costas por haber llamado al público de un concierto que celebraba en Marinaleda a "matar a un puto guardia civil", aunque no irá a la cárcel, según ha dicho el juez después de que el propio acusado se lo preguntara antes de aceptar la condena.
Fruto del acuerdo del acuerdo, la Fiscalía y la acusación particular que ejercía la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), que reclamaban para él cuatro años de cárcel y una multa de 3.600 euros por un delito de provocación para cometer un delito de atentado y tres años de cárcel en el caso de ser apreciado un posible delito de amenazas agravadas; han modificado sus escritos de acusación reduciendo sus peticiones a dos años de prisión y el pago de las costas, por un delito de amenazas graves con la agravante de reincidencia y la atenuante de arrepentimiento.
"Matad a un puto guardia civil esta noche, iros a otro pueblo donde haya guardias civiles y matad a uno, poned una puta bomba al fiscal de una vez", dijo durante un concierto celebrado el 31 de marzo de 2018 en la localidad sevillana de Marinaleda.
El inculpado ha reconocido que "es verdad" que sus palabras en aquel concierto celebrado el 31 de marzo de 2018 en la localidad sevillana de Marinaleda fueron "de mal gusto" y "desagradables" y ha admitido que hubiesen "molestado", pidiendo públicamente "perdón" por tales manifestaciones.
Tras reconocer tales extremos y aceptar una pena de dos años de prisión, su defensa ha solicitado la suspensión de dicha pena de cárcel dado el arrepentimiento mostrado, los años transcurridos desde los hechos y que José Miguel Arenas Beltrán "ya no es la misma persona" que en aquellos momentos, una solicitud de suspensión ante la cual la Fiscalía y la AUGC no se han opuesto.
El tribunal ha resuelto decidir sobre dicha petición de suspensión de la pena de cárcel durante la fase de ejecución de la sentencia, manifestando que tendrá "en consideración" los argumentos esgrimidos por la defensa.
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