Lograda la investidura, Pedro Sánchez se está tomando un tiempo muerto hasta el lunes, según fuentes de la Moncloa, para dar a conocer la composición de su gobierno.
Se espera que el nuevo gobierno tenga una reducción de carteras ministeriales y un mayor peso político de los elegidos dentro del PSOE por el presidente.
Compás de espera ante un nuevo ejecutivo con pocos cambios, apuntan, pero con margen para la sorpresa, con muchos nombres en las quinielas y, eso sí, la primera crisis antes de su primer consejo. Los protagonistas, los socios de coalición y el damnificado Nacho Álvarez, pieza clave de Podemos en las medidas sociales de la pasada legislatura y nexo con Sumar desde la campaña.
Yolanda Díaz propuso este viernes, a cambio de la paz entre las formaciones, que fuese el sustituto de Ione Belarra al frente del ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Designación rechazada por la formación morada que reclama, como el resto de partidos -afirman-, poder decidir sus candidatos. Con una carta a su militancia, Álvarez agradece mucho la confianza de Yolanda Díaz a la vez que reconoce que "no puede aceptar ser ministro si su formación", de la que ya ha dimitido de todos sus cargos, "no comparte ni aprueba" su designación.
Para Podemos, con su cúpula este sábado en una marcha en Madrid contra los bombardeos de Israel en Gaza, sólo hay un lugar de encuentro parlamentario y electoral con Sumar: que Irene Montero siga al frente de Igualdad. Relato de un desencuentro con cinco diputados de Podemos que son claves en el Congreso para el nuevo Gobierno.