Vamos Palencia, el partido de la España vaciada que permitió gobernar al PSOE en el ayuntamiento de la ciudad con su abstención, está aterrizando el asunto de la amnistía en la administración local. El partido, que cuenta con tres concejales, ha pedido a la alcaldesa, la socialista Miriam Andrés "que se retrate" y haga una declaración sobre la amnistía, igual que han hecho otros socialistas, desde González o Guerra, hasta Lambán o Rodríguez Ibarra.
Vamos Palencia tiene tres concejales que no son parte del equipo de Gobierno, pero que sí son fundamentales para la aprobación de asuntos clave como los próximos presupuestos de la ciudad. El acuerdo "está en el aire", asegura Curiel a NIUS, que considera los políticos "tienen que mojarse" y que la alcaldesa de Palencia "tiene que defender a su ciudad". De momento, la alcaldesa no ha dado respuesta a sus socios de investidura porque quiere esperar a ver la ley y su letra pequeña.
A la pregunta de "qué pasará" si la primera edil no emite una declaración -se entiende que crítica-, Curiel responde que "marcará un antes y un después en sus relaciones y en la buena sintonía que tienen las dos formaciones. En todo caso, lo que harán los dirigentes de este partido nuevo si la alcaldesa no hace nada será preguntar a sus bases antes de tomar una decisión: "Hay que tener en cuenta que nuestros votantes son muy variados, tenemos una base muy plural y estas cosas pueden molestar a una parte de nuestros votantes. Así que les pediremos su opinión sobre como actuar a partir de ese momento".
Igual que el Consell de la República de Puigdemont va a votar sobre la investidura de Sánchez, las bases de ¡Vamos Palencia! también van a votar sobre su relación con el PSOE de la ciudad. Curiel explica que, como partido nuevo, su formación reúne a un nutrido grupo de personas "con mucha ilusión". Cuando tienen que abordar decisiones importantes, celebran una asamblea y se vota a mano alzada. Las personas que participan esos encuentros son unas 80, aunque en las elecciones municipales obtuvieron 4.177 votos en las elecciones municipales que les dieron sus tres concejales.
Su abstención para que gobernara el PSOE materializó su promesa de apoyar "a la lista más votada" tras llegar a un acuerdo entre cuyos puntos clave se encontraba el soterramiento del ferrocarril. Ese proyecto requiere de una importante inversión que el partido considera crucial, por eso cree que la obligación de los socialistas palentinos es velar por que los acuerdos con Cataluña y el País Vasco no perjudiquen a la ciudad.
Defender los intereses de Palencia también pasa, a sus ojos, por dejar claro que "no todo vale". La amnistía no es una cuestión económica, pero el acuerdo con los independentistas no estaría exento de un apartado dinerario, como ocurre con el PNV, y eso podría relegar aún más inversiones pendientes en su ciudad. En cualquier caso, este concejal considera que aprobar una ley de amnistía sería "un ataque a la Constitución; saltarse una sentencia; olvidar que hay prófugos; y borrar todo lo que pasó" y a su juicio "no todo vale para gobernar.
Curiel es consciente de que una crítica de la alcaldesa palentina no va a cambiar la decisión de Pedro Sánchez, pero le pide que sea "consecuente".
Lo que pide este partido de la España Vaciada es que Miriam Andrés siga la senda de otros socialistas como Felipe González o Emiliano García Page.
El expresidente del Gobierno más distanciado que nunca de Pedro Sánchez, fue contundente al rechazar las exigencias de los nacionalistas: “en la Constitución no caben ni la amnistía ni la autodeterminación”, señaló antes de advertir al actual líder socialista, que si lo quiere hacer todo en el marco de la Constitución, debe tener en cuenta que ninguna de esas dos posibilidades están permitidas por la Carta Magna. Según su argumentación, una ley de este tipo supondría responsabilizar al Estado de una represión al independentismo.
El que fuera su mano derecha en aquel PSOE de los 80, Alfonso Guerra, coincide con esa tesis: “Las amnistías se conceden para borrar el pasado. Cuando se hizo en 1977 el objetivo era borrar la dictadura y comenzar la democracia. Si ahora borramos los delitos de los independentistas, estaremos acabando con esta etapa democrática”, respondió en una entrevista.
Por separado y en un acto juntos, los dos han arremetido contra una ley que Sánchez prefiere no mencionar pero que parece decidido a sacar adelante, también en contra de algunos de sus barones.
Entre ellos, las dos voces más críticas de los últimos años: Javier Lambán, líder del PSOE en Aragón; y Emiliano García Page, presidente de Castilla la Mancha. Lambán tiene claro que la amnistía no cabe "ni de lejos" en la Constitución. Page avanzaba que tiene muchas preguntas que hacer a Sánchez sobre la amnistía y añadía que el Constitucional tendría que suspenderla antes de que entrara en vigor, porque "las consecuencias de ver a Puigdemont entrando, incluso presentándose a las elecciones catalanas, y que luego pudiera venir una sentencia constitucional en contra, sería absolutamente inconmensurable".
A todos ellos se ha sumado un antiguo barón, el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que ha llegado a decir que la amnistía es "como violar a 40 millones de españoles". porque es violar la Constitución del país.
El PSOE le ha pedido contención en sus expresiones en plena negociación de una investidura que convulsiona las relaciones entre la vieja guardia del PSOE y el actual y que podría sacudir el Ayuntamiento Palencia, "La bella desconocida" de 78.000 habitantes, hoy con más foco mediático a cuenta de la amnistía.