El Congreso da el primer paso para permitir el uso de lenguas cooficiales con el plantón de Vox y con el PP en contra

El uso de las lenguas cooficiales en el Congreso ha generado un intenso debate entre los grupos parlamentarios, que refleja la polarización política existente en España. La propuesta de reformar el reglamento para permitir que los diputados puedan intervenir en su lengua materna y contar con un sistema de traducción simultánea ha sido apoyada por la mayoría de la cámara, pero ha provocado el rechazo y el abandono de Vox.

La reforma, impulsada por el PSOE, Sumar, EH Bildu, ERC y PNV, se tramitará de forma urgente y en lectura única, y se votará el jueves por la mañana. En la votación inicial, ha obtenido 176 votos a favor, 169 en contra y dos abstenciones, lo que garantiza su aprobación.

Una reforma lingüística que divide al Congreso

La sesión plenaria ha evidenciado las diferencias entre el bloque de izquierda y nacionalista, que defiende la diversidad lingüística como un valor democrático y una expresión de la pluralidad de España, y el bloque de derecha, que considera que el uso de las lenguas cooficiales es una amenaza para la unidad nacional y la igualdad de los ciudadanos.

El primer enfrentamiento se ha producido cuando el diputado socialista José Ramón Gómez Besteiro ha iniciado su discurso en gallego, celebrando el “doble honor” de poder hacerlo en su lengua y estrenar el sistema de traducción en la cámara. La portavoz de Vox, Pepa Millán, interrumpe su intervención desde su escaño. Los de verde protestaban por lo que ellos consideraban una vulneración del reglamento, ya que la reforma aún no estaba aprobada.

La ultraderecha abandona el hemiciclo

Antes de esto, Cuca Gamarra, del PP, había pedido a Francina Armengol, presidenta del Congreso, que el pleno se desarrollara solo en castellano, pero su petición fue desestimada. Ante esta situación, Millán, junto con Santiago Abascal y otros diputados de Vox, como Javier Ortega Smith, ha decidido abandonar el hemiciclo.

Sumar, tomando el relevo de Gómez Besteiro, ha destacado la división entre un bloque progresista y otro involucionista, una idea respaldada por EH Bildu y el PNV. Marta Lois, portavoz parlamentaria de Sumar, usando una fórmula gallega con un fuerte énfasis en el castellano, ha calificado el día como “histórico” por implementar una medida “de sentido común” y ha señalado que hay “dos visiones completamente opuestas de España”: una de “inclusión” respaldada por las fuerzas progresistas y otra que promueve “identidades cerradas y ofensivas”.

Lois también ha destacado la “normalización” que representa el inicio de esta reforma y el aperturismo demostrado en el pleno. Mertxe Aizpurúa, de EH Bildu, ha agradecido este paso simbólico pero importante y ha señalado que durante décadas se había negado la identidad de sus lenguas y se había calificado el euskera como una lengua de segunda clase. En contra de las posturas del PP y Vox en el proceso parlamentario, afirmó: “Hoy las extremas derechas han considerado un ataque poder hablar aquí en nuestras lenguas”.

Por su parte, Joseba Agirretxea, del PNV, argumentó que permitir a cada diputado expresarse libremente en la lengua que elija no es un ataque al castellano, a la Constitución o a la actividad de la cámara. Describió la oposición a esta reforma como una perspectiva política perversa y destacó que el desplante de Vox recordaba los tiempos en que se prohibía hablar euskera, algo que ahora ha cambiado.