Con la gobernabilidad de España en el aire y la incógnita de si podrá reeditar un Gobierno de coalición a través de una negociación que se antoja sumamente complicada, el presidente en funciones, Pedro Sánchez, se encuentra de vacaciones en Marruecos.
Según afirman desde Moncloa, se trata de un viaje “estrictamente privado”, insistiendo, –ante quizás posibles suspicacias–, en que ha sido costeado íntegramente con recursos propios, y que ha viajado en vuelo regular.
Sánchez aterrizaba este martes en el país vecinos, donde se tomará unos días libres junto a su familia tras las elecciones del 23J.
En años anteriores, las vacaciones del líder socialista se centraban en la residencia oficial de La Mareta, en la isla de Lanzarote, pero esta vez ha cambiado el rumbo.
La residencia de La Mareta, una moderna casa-palacio diseñada por el artista lanzaroteño César Manrique, fue regalada por el Rey Hussein a Juan Carlos I en 1989, que la cedió a Patrimonio Nacional.
Como cabía prever, tras conocerse su destino vacacional, desde la oposición no ha tardado en producirse las reacciones, con algunas voces clamando contra lo que ven como una “provocación”.
Así lo ha expresado, por ejemplo, el vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, quien ha considerado como una "clara provocación" el viaje del presidente del Gobierno en funciones, pidiéndole que cuando vuelva a España haya asumido que perdió las elecciones, que se siente a hablar con Alberto Núñez Feijóo y no pretenda seguir en Moncloa "a cualquier precio".
Del mismo modo, ha criticado que se niegue a hacer "autocrítica" y ponga "kilómetros de por medio" después de quedar segundo en las elecciones del 23 de julio.
"Sería bueno que vuelva de Marruecos aceptando su derrota electoral, que no se puede ser presidente a cualquier precio y que llegó el momento de que" PP y PSOE "se sienten a hablar", ha dicho en una entrevista a Onda Cero recogida por Europa Press.