El Tribunal Superior de Londres reanuda este martes las vistas preliminares sobre la demanda que Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, examante del rey emérito de España Juan Carlos I, ha presentado contra el antiguo monarca por presunto acoso.
La corte ha reservado cuatro sesiones -del 18 al 21 de julio- para estas audiencias judiciales, que estarán a cargo del juez Matthew Nicklin, después de que el Tribunal de Apelación de Inglaterra y Gales dictaminase en 2022 que el emérito tiene inmunidad sobre los hechos ocurridos antes de su abdicación, el 18 de junio de 2014.
Corinna acusa a Juan Carlos I de haberla acosado personalmente o a través de personas de su entorno entre 2012 y 2020.
Debido a que la justicia británica ha reconocido la inmunidad mientras era jefe de Estado, el emérito no podrá ser juzgado por supuestos casos de acoso contra Corinna ocurridos antes del 18 de junio de 2014, pero sí sobre los posteriores a esa fecha.
Un nuevo bufete de abogados, Velitor Law, defenderá al emérito en las vistas de esta semana, el tercer equipo legal que le representa desde que Corinna presentase su demanda en 2020.
El primer bufete que le defendió fue Clifford Chance, mientras que el segundo estuvo a cargo de Carter-Ruck, el que consiguió ganar en 2022 el recurso que reconoció la inmunidad de Juan Carlos I, después de que el juez Matthew Nicklin, del Tribunal Superior, dictaminase antes que el emérito no tenía inmunidad en relación a la demanda de Corinna.
En las vistas preliminares de esta semana, la defensa del emérito, según pudo saber EFE, argumentará que los tribunales ingleses no tienen jurisdicción para atender la causa de Corinna porque Juan Carlos I es español y pedirá que ésta sea rechazada.
La defensa espera resaltar que muchas de las alegaciones que hace Corinna ocurrieron fuera del Reino Unido, por lo que pide -por una cuestión de principio legal- que la demandante "demuestre" que Inglaterra tiene jurisdicción antes del juicio.
El ex jefe de Estado español -que actualmente vive en Abu Dabi- niega "enfáticamente" que haya cometido o dirigido cualquier tipo de acoso a la demandante, y rechaza sus alegaciones.
Corinna, por su parte, aduce que el presunto acoso le provocó ansiedad y depresión, así como pérdida de ingresos por una supuesta campaña para desprestigiarla.
Se espera que la representación legal de Corinna insista en que las cortes inglesas tienen competencia en este caso porque algunas de las acciones de presunto acoso ocurrieron en territorio británico, como por ejemplo la reunión que la examante mantuvo con Juan Carlos I en el hotel Connaught de Londres, en septiembre de 2014.
Con el reconocimiento de la inmunidad del emérito hasta su abdicación han quedado fuera algunas de las presuntas acciones más perjudiciales para la causa, como las supuestas maniobras de acoso y espionaje dirigidas por el entonces jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán.
Quedan igualmente excluidas las amenazas que supuestamente profirió Roldán en mayo de 2012, que según la demandante le comunicó que no podía "garantizar su seguridad física ni la de sus hijos" si no cumplía con sus órdenes.
Con estas vistas preliminares -que se han prolongado más de dos años, lo que ha supuesto un gran coste legal para las dos partes-, el Tribunal Superior de Londres quiere aclarar todos los aspectos de la demanda presentada por Corinna antes de que el juicio al emérito pueda empezar, si finalmente tiene lugar en la jurisdicción de las cortes inglesas.
Si se determina que hay jurisdicción, el juicio a Juan Carlos I saldría adelante a menos que las partes lleguen a un acuerdo extrajudicial.