¿Y ahora qué? Los estrategas electorales del PSOE digieren el fiasco que ha supuesto el único cara a cara entre Sánchez y Feijóo e intentan recuperar la iniciativa a tan solo 11 días de las elecciones generales del 23 de julio. Mientras en Génova se desborda el entusiasmo por el triunfo del candidato popular, en Ferraz niegan la mayor aunque entre muchos socialistas se palpa la decepción de que por primera vez el presidente del Gobierno perdió en un cuerpo a cuerpo con el líder del PP. El objetivo es pasar página cuanto antes, que no se extienda el espíritu de derrota y recobrar el pulso de una campaña que avanza.
"La campaña sigue igual", dicen fuentes de la dirección del PSOE que sostienen que la estrategia ideada por Sánchez para la contienda ha sido acertada porque está "permitiendo remontar" a los socialistas en los sondeos y "estar cada día más cerca de gobernar". No habrá cambios importantes, aunque el foco se pondrá en lo que consideran las "mentiras" de Feijóo. A partir de ahora ese argumento se va a intensificar. El PSOE, con el presidente del Gobierno al frente, ha salido en tromba para denunciar los datos "falsos" que el líder del PP exhibió en el debate. A eso se agarran con un clavo ardiendo para contrarrestar el entusiasmo popular. Dibujan a un Feijóo "cargado de bulos y fakes" que fue a "embarrar" y a "enfangar" el debate.
La versión oficial de Ferraz es que varias encuestas diarias que realizan los medios de comunicación llevan días reflejando un aumento de la movilización en la izquierda y una subida progresiva del PSOE que podría hacer peligrar la mayoría absoluta de PP y Vox. "Estamos en un momento de remontada", sostienen y por lo tanto, el mensaje seguirá centrado en plantear el retroceso que implicaría un Gobierno de PP y Vox, de Feijóo y Abascal. No creen que Feijóo, con su actitud del lunes por la noche, arañase votos por el centro, sino que fue claramente a por los de Vox.
En Moncloa dicen ahora que el debate no será determinante para que los ciudadanos decidan su voto a pesar de que en los días previos habían generado unas expectativas muy altas sobre un triunfo de Sánchez y sobre la propia trascendencia de la cita en la campaña. El presidente pidió seis cara a cara con Feijóo aunque el líder del PP solo aceptó uno. En cualquier caso se ha propagado el clima de que Sánchez desaprovechó una oportunidad de dar un golpe de timón en la campaña para evidenciar que el vuelco electoral es posible. Al presidente se le vio nervioso, incómodo y tenso y la cita en la que se habían puesto muchas esperanzas no actuó como un revulsivo. Un revés que no ayuda a rebajar el dato que pesa como una losa en el PSOE, el 9,1% de trasvase de votos socialistas al PP en estas elecciones que señaló el último CIS.
En Moncloa defienden que Sánchez trató de hablar de su gestión y desenmascarar "las mentiras" del candidato del PP. Fuentes del Gobierno reconocen que el formato del debate no favoreció al presidente porque es complicado trasladar un mensaje en positivo cuando a la vez hay que combatir las falsedades. Presentan a un Feijóo "frío y calculador" que mintió "sin pestañear". Admiten que el ruido y el barullo que se produjo en algunos momentos dificultó al presidente transmitir sus argumentos con claridad y que las continuas interrupciones pudieron distraerle. También defienden que su jefe de filas sacase temas que forman parte del argumentario de la derecha como el uso del Falcon o el lema "que te vote Txapote" para desmontar las mentiras del PP a lo largo de la legislatura.
Sánchez está asimilando las consecuencias de su actuación en Lituania donde asiste a la Cumbre de la OTAN. Desde allí cargó contra la "montaña de mentiras" y el "uso descarnado" del terrorismo de ETA que hizo el dirigente popular. "Mentiras e insultos", según Sánchez, para tapar la "absoluta ausencia" de proyecto político y programa del candidato del PP. El presidente lamentó además -en su línea de identificar al PP con Vox- la "inquietante táctica" de Feijóo de "abrazarse" a Santiago Abascal. Se mostró "satisfecho" porque a su juicio el debate sirvió para clarificar a los españoles el proyecto de país del PSOE y sus propuestas de futuro en asuntos como las pensiones, el mercado laboral y los derechos y libertades de las mujeres y el colectivo LGTBI.
"Soy un político con convicciones, soy un político con determinación, soy un político que escucha, pero también que responde ante las falsedades", afirmó Sánchez que citó las "mentiras" de Feijóo sobre el crecimiento económico, el número de autónomos o que llegase a decir que el PP había apoyado la revalorización de las pensiones cuando votó en contra en el Congreso.
Todo el PSOE se lanzó contra esos "datos falsos. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, acusó al candidato del PP de utilizar las mismas técnicas que Vox con "una cascada de bulos, falsedades y trolas interminables". "Desde ayer Feijóo es uno más de la ultraderecha, no tiene ninguna diferencia con ellos, utiliza las mismas técnicas", espetó. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, denunció el "tono bronco" del gallego para "embarullar" y "mentir" sin ninguna propuesta sobre la mesa frente a las de Sánchez. "Así no hay quien pueda hacer un debate real", se quejó el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López.
Mientras el partido continúa con sus vídeos electorales para alertar de "la vuelta al pasado" que suponen los pactos PP y Vox. En el último participan varios ministros, Salvador Illa, la presidenta del Congreso y el propio Sánchez para reiterar que el 23J no se va a derogar la reforma laboral, ni las pensiones, no se va "desmantelar" la sanidad pública ni Cataluña volverá al "enfrentamiento y la crispación". "¿De verdad se creen que vamos a dejar que este país vuelva al pasado? Va a ser que no", remata Sánchez.
A todo esto, Yolanda Díaz tuvo este martes una especial visibilidad al comparecer en Moncloa tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros, no lo hacía desde el mes de abril. La líder de Sumar criticó un debate “lleno de ruido y sin ninguna propuesta para mejorar el país”. Ella confía en "la segunda vuelta" del día 19 en la que habrá un debate donde ella estará presente junto a Sánchez y Santiago Abacal y al que no acudirá Feijóo. Díaz, que se disputa la tercera fuerza con Vox y puede ser clave para conformar una mayoría en el bloque de izquierdas, pide "tomarse en serio" a Feijóo porque es "un gran adversario" a pesar de que durante el debate soltó mentiras "a velocidad sonrojante".