La pandemia de coronavirus en los tribunales ya es historia, de manera oficial. Dos años y medio después, los abogados tendrán que volver a usar la toga durante los juicios de manera obligatoria, y los aforos de público en las vistas desaparecerán, igual que las mamparas que se instalaron para evitar contagios o buena parte de los juicios telemáticos que se empezaron a celebrar. Según cuentan algunos abogados y jueces a NIUS, algunas de esas medidas ya se habían ido relajando, pero ahora es el adiós definitivo. Una vez declarado el fin de la pandemia por el Consejo de Ministros, el Consejo General del Poder Judicial ha aprobado el fin de todas esas medidas.
Marta, abogada penalista y de familia, explica que ella volvió a usar la toga "hace muchos meses", pero que la decisión de llevarla o no, ha despendido hasta ahora del juzgado al que tenía que ir: "Tú ibas allí y preguntabas si en ese juzgado se usaba toga o no", relata esta letrada que se ha ido encontrando respuestas distintas de los jueces, aunque el uso se ha ido generalizando.
El principal motivo que llevó a suspender la obligatoriedad de las togas fue que, aunque la mayoría de los abogados tienen su propia túnica, muchas veces utilizan las que los juzgados les prestan, para no tener que cargar con ella de tribunal en tribunal. Eso lleva a que tengan que usar prendas que el día anterior usó otro letrado, porque se cogen de manera aleatoria en la "Sala de togas" que hay en cada sede judicial.
Ricardo Rodríguez, magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid, responde a NIUS que, desde que se incorporó en marzo a su plaza en ese órgano, nadie le ha pedido intervenir sin toga y que tampoco ha estado detrás de ninguna mampara protectora, en ninguna de las salas en las que le ha tocado presidir juicios. Lo que sí ha detectado es que desde la pandemia, "cada vez hay más abogados que llevan su propia toga, en lugar de coger las que tienen a su disposición en el tribunal. También hay algunos que siguen usando mascarilla, pero son los menos", afirma.
La medida, delas togas como otras implantadas para prevenir la pandemia, se impuso una vez finalizado el confinamiento y reactivado el trabajo en los tribunales, en septiembre de 2020. En aquel momento, volvió a haber juicios, pero las precauciones seguían siendo necesarias, y se eximió a las partes de llevar la prenda que les identifica como operadores jurídicos.
Al principio, la dispensa de togas se fijó hasta el 20 de junio de 2021, pero el CGPJ pidió que se extendiera hasta que desaparecieran todas las restricciones generales. Esas terminaban esta misma semana por orden del Consejo de Ministros. En cualquier caso, como pasó con nuestras vidas, esta y otras medidas se fueron relajando, y los letrados se empezaron a ver obligados a usarla en determinados procedimientos. Ahora lo será en todos.
La norma de septiembre, también limitó la asistencia de público a las salas, cuya afluencia la decidía el tribunal en función de "las características de las salas de vistas". La medida estaba relacionada con aquel "metro y medio" de distancia interpersonal que tuvimos que mantener durante meses, y que poco a poco se fue haciendo más corta.
Para garantizar el principio la publicidad de las vistas, llegaron los juicios telemáticos "cuando hubiera medios suficientes", que permitían a las partes intervenir por videoconferencia, a excepción, casi siempre, del acusado o acusados. También eso llega a su fin, aunque hay determinados avances que parecen haber llegado para quedarse, porque esas videoconferencias han permitido, en mucho casos, agilizar procedimientos y evitar desplazamientos a abogados y testigos.
Eso sí, los juicios durante el Covid nos han dejado imágenes para la historia, como testigos declarando por videoconferencia y con mascarilla, pese a que estaban obligados a declarar sin nadie cerca y por tanto, la mascarillas no eran necesarias. Algunos de esos testigos, además, eran personas públicas que en su día ostentaron cargos relevantes: como José María Aznar.
Aunque en algunos lugares, como decimos, parece no haber rastro de las pantallas protectoras, hay otros en los que sí. Este mismo miércoles, un fiscal malagueño reclamaba a través de su perfil de Twitter la desaparición de esas mamparas que durante un tiempo fueron salvavidas, pero que cada vez son menos habituales: "Quitamos antes las mascarillas en los tribunales que las putas peceras en las salas de vistas", escribió 24 horas antes de la orden del CGPJ.
El fiscal lo ilustraba con una sala en la que se veían las pantallas protectoras delante de la mesa del tribunal.
La resolución de la Comisión Permanente del Consejo General del Poder judicial se ha tomado este jueves, aunque con fecha del miércoles, el día en que también dejaron de ser obligatorias las mascarillas en hospitales, farmacias, y resto de centros sanitarias. Ahora sí, las pandemia forma parte del pasado, también en los tribunales.