Abascal dice que no celebra el Día del Orgullo Gay porque es "heterosexual"

Día Internacional del Orgullo LGTBI señalado en rojo en el calendario. En plena precampaña electoral los partidos políticos y sus líderes se apresuran a iluminar las fachadas de sus sedes con los colores de la bandera del arcoíris y a lucir pulseritas conmemorativas. ¿Todos? No. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha reconocido que no celebra el Orgullo porque es "heterosexual" y por tanto no se siente concernido por este día.

"No lo tenía previsto porque entre otras cosas soy heterosexual", ha dicho en una entrevista en RTVE. "Hay muchos homosexuales que no celebran este día. Que no reducen su personalidad y su ser a su a su querencia sexual", justificaba a continuación.

Abascal, el hombre al que le gusta posar levantando pesas, yendo a los toros y lucir un buen puro en la boca, asegura que esta conmemoración que lucha para que no se retroceda en los derechos del colectivo LGTBI, está impulsada por los intereses de determinados lobbys de género y por muchos políticos y "tiene menos importancia de lo que nos quieren hacer creer".

Eso no le ha impedido erigirse en representante de los homosexuales que no se identifican con esos lobbys "ni tampoco creen que tengan que tener un día especial de celebración".

"Hay homo sexuales que votan a Vox", defendía a pesar de que su formación política ha exigido recortar las leyes que protegen a este colectivo y ha impulsado que estén al frente de los parlamentos autonómicos de Baleares, Aragón y Valencia a diputados contrarios al colectivo LGTBI.

En esa misma entrevista televisiva Santiago Abascal ha admitido que desconoce la existencia del Convenio de Estambul contra la violencia de género y que España suscribió en 2014. "No me parece relevante para mí", ha subrayado a pesar de que es el tratado internacional más importantes en la lucha contra la violencia machista. Abascal insiste en el mantra de la extrema derecha de que "el género es un concepto ideológico" y bajo el que se ha escudado para fumigar, o al menos intentarlo, las áreas de Igualdad en los ayuntamientos en los que gobierna con el Partido Popular tras el 28M.

A partir de ahí ha tirado de sus clásicos argumentos para defender la violencia intrafamiliar frente a la de género y que Vox no reconoce.

“Yo estoy en contra de la violencia contra la mujer. Es más, represento al partido que protege con más claridad a las mujeres, al partido que pide un endurecimiento mayor de las penas contra los criminales sexuales, al partido que va a pedir responsabilidades a todos los políticos que apoyaron la ley del sólo sí es sí, que ha significado que centenares de violadores salgan a la calle y que 1000 de ellos hayan visto reducidas sus condenas”, señalaba.