Llegó a las elecciones del 28M anunciando que esa era su última campaña electoral. Cuando el recuento le confirmó como ganador, pero con los mismos 28 escaños que el PP y aparentemente sin opción de reeditar la presidencia, porque el bloque de la derecha sumaba más escaños, su vida política parecía haber llegado a su fin. El presidente extremeño en funciones anunció su intención de intentar gobernar, pero los números no le daban. Sin embargo, los acontecimientos de las últimas horas han dado la vuelta a la tortilla y Guillermo Fernández Vara volverá a presentarse a la investidura de la presidencia de la Junta de Extremadura. Lo ha anunciado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, en la que se ha mostrado "preocupado" y molesto por "los líos" del PP y Vox, que no han llegado a un acuerdo de investidura o de Gobierno.
Para Vara, Extremadura se está utilizando como un "laboratorio" de pruebas de los pactos del PP y Vox, algo que según asegura le ha dejado muy preocupado y le ha hecho mover ficha rápido. La candidata del PP, María Guardiola, se negó a que Vox entrara en un Gobierno autonómico presidido por ella. Vox había dejado claro que no la apoyaría sin entrar en el Ejecutivo, ella se mantuvo en sus trece y si no cambian las cosas, no tendrá los apoyos suficientes para ser investida.
Vara ya ha dado un paso al frente, pero hoy por hoy no está claro hasta dónde llegará. Sus 28 escaños y los cuatro de Podemos no llegan a los 33 síes necesarios para ser investido, si todo lo que encuentra enfrente son noes, así que necesitaría al menos dos abstenciones. De hecho, en la comparecencia en la que ha anunciado que se someterá a la investidura, ha solicitado la abstención de los grupos, porque es la única manera que tiene de que la sesión acabe en su elección como presidente. En el lado contrario, los 28 del PP y los cinco de Vox sí dan la cifra, pero si los de Vox no apoyan a Guardiola, tampoco podrá ser presidenta.
Si ninguno consigue hacerse con la presidencia, el 19 de noviembre habrá nuevas elecciones en la región en la que hace tres semanas se daba por seguro un gobierno PP Vox, pero que ahora presenta un escenario incierto.