El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha desvelado que en los cien primeros días de su Gobierno, si es que las urnas le son propicias, revisará todas las leyes en las que Bildu ha intervenido y ha sido decisivo para que "su voto no sirva de nada" dentro de un decálogo de acción de Gobierno que ha esbozado en una intervención durante un desayuno informativo en Madrid. "Revisaré una a una las leyes en las que el voto de Bildu fue decisivo", ha dicho en un intento de devolver la campaña electoral al marco de los pactos del Gobierno de Sánchez con Bildu donde se ve ganador. Para los populares es particularmente sangrante que la formación de Arnaldo Otegi fuera determinante en la redacción de la Ley de Memoria Democrática y que bajo su influencia se extendiera hasta 1983 la consideración de 'víctimas de la transición'.
En ese decálogo el dirigente popular también se compromete a rebaja impuestos y a recuperar el delito de sedición y revertir las penas para endurecer la corrupción. También a reunir la Conferencia de Presidentes para hablar de los fondos europeos, agua y un nuevo sistema de financiación autonómica.
Consciente de que Vox le ha abierto un vía de agua en Valencia con la negación de la violencia machista, Feijóo ha vuelto a subrayar su compromiso con la lucha contra la violencia de género y se ha comprometido a desarrollar un política "transversal" en materia de igualdad. "Ni vamos a hacer leyes como la ley del sólo sí es sí ni vamos a dejar de luchar contra la lacra de la violencia machista", advertía dejando claro que es un aviso a izquierda y "a los que se dicen de derechas".
Feijóo se ha presentado a sí mismo como una persona "moderada" que "no vende motos" en un intento de subrayar su perfil transversal -una palabra que ha querido repetir en varias ocasiones de forma consciente- tras el pacto exprés con Vox en Valencia. "Mi ideario está claro. Creo en el centro reformista y ahí me encontrarán", proclamaba y para probarlo ha alardeado de haber dado sus votos gratis en Barcelona y Vitoria para impedir la entrada de alcaldes independentistas. "Ha ganado España con las decisiones del PP", aseguraba.
A partir de ahí Feijóo no ha dudado en arremeter contra el flanco más débil del presidente Pedro Sánchez por sus pactos con Bildu. "Del pacto a escondidas con Bildu se ha pasado al elogio. Le han hecho un gran servicio a Pedro Sánchez pero no a los españoles", sentenciaba.
El líder del PP se ha presentado como la única alternativa de un cambio que según él se ha empezado a fraguar desde la misma noche electoral del 28M cuando los populares lograron triplicar su poder territorial. "El cambio será posible si obtengo la confianza de los españoles dentro de 34 días. El cambio es cambiar una política detestable por una política decente", insistía. Eso además de dar por hecho que su formación política ha logrado superar los bloques para convertirse en el partido "de los puentes".
Feijóo siguen sin desvelar el nombre de quién será su vicepresidente económico. Asegura que aún no puede desvelar quién compondrán su equipo económico a pesar de que el moderador del desayuno informativo le ha apuntado los nombres de Pablo Hernández de Cos (Gobernador del Banco de España), el exministro Luis de Guindos, Luis Garicano o el actual responsable del área económica en el PP, Juan Bravo. "Cualquiera de los cuatro son buenos. Deberíamos estar tranquilos", decía con sorna y fiel a sí mismo sin soltar prenda.
Respecto a los debates con los que el PSOE y Sánchez le presionan todos los días, el líder del PP ha reiterado que al menos habrá un cara a cara con el secretario general del PSOE mientras prometía regular por ley la celebración de debates si llega a La Moncloa para que queden garantizados. "¿Qué culpa tengo de que el PSOE no pueda hacer actos en la calle? Pedro Sánchez puede estar tranquilo. Va a tener menos dificultades en debatir que para organizar sus mítines. También va a tener menos problemas que mi predecesor (Pablo Casado) al que le negó un debate. Es una acreditación de la doble moral de Sanchez", contraatacaba.
Durante sus últimos años como presidente de la Xunta de Galicia Feijóo siempre se mostró favorable a una gran coalición entre el PP y el PSOE para garantizar la gobernabilidad de España dejando fuera a los populismos de derechas e izquierda y a los independentistas. Hoy la han preguntado por lo mismo pero esta vez su respuesta ha sido diferente. Ahora, con "este PSOE" y con Pedro Sánchez al frente de los socialistas es imposible.