Podemos estira hasta el último minuto la negociación con Sumar, con una consulta para avalar su decisión por adelantado
La consulta, abierta hasta las 10 de la mañana de este viernes, pasa por dejar las manos libres a la dirección para negociar con Yolanda Díaz
El veto a Irene Montero se ha convertido en el principal escollo de esta negociación
Podemos abre una consulta exprés en la que Belarra pregunta si le dejan las manos libres para negociar la integración en Sumar
La consulta que Ione Belarra ha planteado a las bases de Podemos, pidiendo carta blanca a la hora de negociar una candidatura conjunta con Sumar, va a llevar hasta el extremo el plazo que las formaciones tienen para registrar su coalición. Los militantes podrán votar hasta las diez de la mañana de este viernes, catorce horas antes de que se cierre el registro. Todo un contratiempo para Yolanda Díaz que pretendía tener cerrados los flecos para el miércoles, consciente de lo que puede ocurrir si no: peores resultados en las urnas del 23J por la falta de unidad. A última hora de este jueves se supo que Podemos quiere ir en solitario en Valencia y con Sumar en el resto del país
Díaz es consciente de que la última vez que llevaron la negociación hasta el último minuto les salió mal. Fue en las elecciones autonómicas de Andalucía, el 19 de junio de 2022. Las formaciones a la izquierda del PSOE, excepto la de Teresa Rodríguez, Adelante Andalucía, llegaron a un acuerdo para concurrir juntas. Sin embargo, Podemos no se adhirió al pacto hasta el último momento y su firma para la coalición llegó después de las doce de la noche al registro, cuando ya se había cerrado. La Junta Electoral no aceptó su recurso y los morados fueron parte de la candidatura de Por Andalucía, pero solo a nivel político, sin que sus siglas figuraran en la coalición. Los resultados supusieron la pérdida de diez escaños para las siglas del entorno de Podemos con respecto a los anteriores comicios andaluces.
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Son riesgos de apurar los plazos en las negociaciones, pero Podemos ha decidido volver a correrlos en sus conversaciones con Sumar para concurrir a las elecciones generales del 23 de julio. Los escollos son públicos y uno de ellos lleva el nombre de Irene Montero, la principal cara del partido junto a Belarra. Prescindir de ella, o de Pablo Echenique podría ser un duro golpe para la formación; pero no hacerlo y no unirse al resto de siglas de su entorno político, podría ser letal en las urnas.
Las decisiones difíciles están garantizadas, y Podemos ha decidido pedir permiso para tomarlas y así abrir la responsabilidad de la decisión a la militancia, más allá del consejo de coordinación que tendrá que hacer las elecciones. La pregunta la ha hecho su secretaria general a través de Twitter, en una consulta exprés, de menos de 24 horas. El sí, dará un aval por adelantado a Belarra, el no supondría una ruptura definitiva que no parece muy probable.
Belarra asegura que van a hacer "todo lo posible" por revalidar el Gobierno de coalición y que van a trabajar hasta el final "por la unidad", pero sin desvelar qué significa hacer "todo lo posible" y dónde están sus líneas rojas.
"Lo ideal habría sido votar el acuerdo", pero no existe aún
El diputado Jacinto Morano ha utilizado la misma red social para explicar el sentido de esta consulta, que no es la "ideal", porque lo que se ha sometido a la opinión de las bases no es el acuerdo. Pero claro, el acuerdo no existe todavía y si existe, no se quiere o no se puede desvelar.
Jacinto Morano explica que en Podemos, los estatutos marcan que las decisiones electorales competen a la Asamblea Ciudadana, es decir, a todos los integrantes de Podemos, y que se la puede convocar en cualquier momento "que es lo que se ha hecho".
El diputado madrileño ha votado sí, según sus propias palabras, porque cree que hay que confiar el sus líderes y ha cerrado el hilo explicativo con una foto de Irene Montero y Ione Belarra, que ahora tiene en sus manos el futuro de su compañera de escaño y el del partido.
Rebelión de dirigentes territoriales
A falta de la respuesta de los militantes, la cúpula de Podemos lleva días recibiendo mensajes de dirigentes territoriales que apuestan por la unidad por encima de todo, una especie de rebelión tras malos resultados del 28 de mayo.
Extremadura, Navarra, Madrid y Galicia llevan días haciendo ese reclamo. La coordinadora extremeña incluso ha pedido que quienes no quieran unidad, den "un paso a un lado" y dejen el camino libre a los que sí creen en ella. En Galicia, Borja San Ramón ha señalado que es tiempo de "generosidad"; y en Navarra, Begoña Alfaro ha asegurado que sería "una irresponsabilidad" no acudir juntos a las elecciones.
Alejandra Jacinto también ha sido clara, al decir que está convencida de que si el 28M hubiera habido confluencia en la comunidad, los resultados habrían sido mejores y la formación no se habría quedado sin representación.
Los últimos que han hablado, a través de un manifiesto, han sido varios dirigentes catalanes, que piden "situar a primera línea de la negociación a militantes con la vocación de acuerdo, unidad y sentido de país rehuyendo el clima de confrontación vivido en las últimas semanas".
Entre otros, firman el texto el diputado en el Parlament y portavoz de Podemos Cataluña, Lucas Ferro; los secretarios Marcos Galante, Laura Alzamora y Yolanda López y los miembros del consejo ciudadano de la formación Ramón Espejo, David Pequeño y Raquel Vernedas.