La decisión de Pedro Sánchez de convocar elecciones generales un 23 de julio ha llevado a rebelarse a un pueblo de Salamanca, Tabera de Abajo, de poco más de 100 habitantes, cuya Corporación ha decidido negarse a celebrar los comicios.
El alcalde considera que no se puede fastidiar, dice, a los vecinos en sus días de vacaciones y que están dispuestos a enfrentarse a una sanción si les obligan a celebrarlas.