La gobernabilidad de Navarra pone a prueba la relación del PSOE con Bildu

El adelanto de las elecciones generales al 23 de julio y su coincidencia con las conversaciones para formar los gobiernos autonómicos, van a obligar a Sánchez y a su baronesa en navarra, María Chivite, a hacer equilibrios con su importante socio de investidura, Bildu, uno de los que le han permitido cumplir con su agenda legislativa. Chivite, quedó segunda en las elecciones autonómicas, por detrás de UPN, pero es la única candidata con posibilidades de ser presidenta de Navarra. El problema es que, para eso, necesita algo más que los votos de Geroa Bai y Contigo, con los que sí cuenta para formar gobierno. Solo la abstención de Bildu o la de UPN le permitiría ser elegida, y el tándem con Bildu podría pasar factura a Sánchez en las generales.

De momento, Chivite ya ha dicho que no quiere a Bildu en su Gobierno y ha pedido la abstención a UPN, los socios navarros del PP, que han clamado una y otra vez contra los pactos entre Sánchez y Otegi. La actitud de los socialistas navarros ha molestado mucho a Bildu, que lleva días recordando el apoyo prestado al PSOE.

En este tablero, entra también el Ayuntamiento de Pamplona. Allí la coalición de Arnaldo Otegi ha resultado segunda fuerza, por detrás de UPN. El candidato de Bildu, Joseba Asiron, ya fue alcalde de la capital navarra y aspira a volver a ocupar ese cargo , pero no podrá hacerlo si no obtiene al menos un sí del PSOE. Por su parte, UPN está en las mismas, y necesita al menos un voto socialista para tener la alcaldía.

Y claro, todo esto llega tras los resultados del 28M, tan malos para el PSOE, que Sánchez ha acabado adelantando seis meses las elecciones. La cita con las urnas estuvo marcada por una campaña bronca, en la que el PP usó con fuerza la presencia de 44 condenados por terrorismo en las listas de Bildu.

La relación de Pedro Sánchez con Otegi y los suyos va a seguir en el argumentario del PP, y un doble acuerdo en Navarra, en el Gobierno Foral y el Ayuntamiento de la capital, puede complicar las cosas. Los ayuntamientos se tienen que constituir el día 17 de junio, y ahí el PSN se tendrá que retratar, mientras sigue trabajando en la Gobernabilidad autonómica.

Según la propia Chivite, Ferraz está al tanto de lo que está ocurriendo en Navarra, aunque también asegura que no ha hablado con Pedro Sánchez.

El Gobierno Autonómico

El 28 de mayo, estos fueron los resultados de las elecciones en las que se reparten 50 escaños.

  • UPN - 15 escaños
  • PSN- 11 diputados
  • EH Bildu- 9 escaños
  • Geroa Bai: 7
  • PP: 3
  • Contigo: 3
  • Vox: 2 diputados

UPN solo podría sumar los votos de PP y Vox, con lo cual se quedarían en 20 escaños. Chivite podría hacerse con 21, sumando a los suyos los de Geroa Bai y Contigo, pero para ser elegida necesita abstenciones. Una opción es Bildu, a estas horas muy molesto, y la otra es UPN. En una negociación con cualquiera de esas dos formaciones, entraría de por medio el Ayuntamiento, codiciado tanto por UPN, ganador de los comicios, como por EH Bildu, segunda fuerza. Eso convierte al consistorio en una jugosa moneda de cambio.

El Ayuntamiento de Pamplona

En Pamplona, el reparto de sus 27 concejales es el siguiente:

  • UPN: 9 concejales
  • EH Bildu: 8 ediles
  • PSN: 5 escaños
  • PP: 2
  • Geroa Bai: 2 concejales
  • Contigo: 1 edil

La situación es diabólica para los socialistas que pueden decantar la elección por la forma en la que se eligen los primeros ediles. La primera opción es la mayoría absoluta de los votos, que en este caso no va a existir.

Si fracasa esa elección, se vuelve a votar y ya solo se necesitan más síes que noes:

  • UPN puede sumar 11, síes, los 9 suyos y los 2 del PP, y es probable que se encuentre con otros 11 noes, los que suman de Bildu, Geroa Bai y Contigo.
  • A EH Bildu le ocurre lo mismo, podría contar con 11 votos afirmativos y otros tanto en contra.

Por eso es clave qué va a hacer el PSOE, si va a apoyar a Bildu a cambio de una abstención para el Gobierno Foral en plena precampaña para las generales, o si hace ese mismo movimiento con UPN, lo que le valdría críticas desde el bloque de izquierdas.

El resto de negociaciones: Geroa Bai y Contigo

Todo lo planteado hasta ahora, pasa por un acuerdo de Gobierno con el partido de Uxue Barkos, Geroa Bai, y Contigo, la coalición que engloba a Podemos, IU y Batzarre.

Este jueves, Chivite se ha reunido con representantes de ambas formaciones. Con Geroa Bai se ha empezado a hablar de la presidencia del Parlamento. Por ahora no hay acuerdo y las dos líderes retomarán el día seis sus negociaciones, aunque el intercambio no parece, ni mucho menos, insalvable.

Con Bildu aún no ha habido reunión en esta ronda de contactos, aunque la líder de esa coalición se ha mostrado tranquila.