La Guardia Civil busca en un pozo de Manzanares el cuerpo sin vida del empresario Jesús González Borrajo. Y lo hace con el convencimiento que le da la información de un supuesto arrepentido, Gaspar Rivera, es buena. Desde marzo, Gaspar está en prisión preventiva acusado de colaborar en la desaparición y muerte de otro empresario, llamado Juan Miguel Isla, y que según su versión fue asesinado y escondido en un pozo por su jefe, llamado Antonio Caba y también en prisión. Eso sucedió en 2022. Sin embargo, la Guardia Civil sospechaba que el intermediario de fincas estaba también detrás de la desaparición de otro empresario en 2019. Ahora y según ha podido confirmar NIUS, su subalterno ha entregado los datos sobre la presunta ubicación de este segundo cuerpo, que ahora busca la Guardia Civil.
Según fuentes cercanas al caso, la presunta colaboración de Gaspar Rivera es conocida y valorada por el fiscal Carlos González y por los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil al menos desde comienzos de este mes de mayo. De hecho, hace varias semanas el fiscal solicitó cautela a las acusaciones populares, encabezadas por el abogado Juan Manuel Medina, y que esperasen a presentar nuevas peticiones de diligencias ante la posibilidad de que Rivera prestase una segunda declaración voluntaria ante el Juzgado. En esta comparecencia, el jubilado aportaría su versión sobre la desaparición y muerte de Jesús González Borrajo, además de datos concretos sobre el paradero del cuerpo.
Sin embargo, los investigadores han preferido tasar la veracidad de los datos antes de esa declaración, y con permiso del magistrado encargado de la investigación han comenzado la búsqueda en un pozo concreto, señalado por el ahora arrepentido. según las fuentes consultadas por NIUS, la versión mantenida por el colaborador de Antonio Caba sobre este segundo asesinato sería que su jefe acabó con la vida del desaparecido y le llamó después para que se deshiciera del cuerpo. Una presunta forma de actuar muy parecida a la que Rivera ya declaró en relación con la desaparición de Juan Miguel Isla.
Sin embargo, pese al convencimiento de los agentes de que la información es buena, la confirmación se retrasa por las cuestiones técnicas del pozo marcado, mucho más estrecho que la arqueta donde fue localizado el cuerpo de Juan Miguel Isla y que requiere de un instrumental que es posible que deba ser trasladado al lugar mañana por los especialistas en este tipo de operaciones de la Guardia Civil.