De padre a hija la alcaldía del pueblo más pequeño de Cataluña: Queralt, la sucesora en Gisclareny con 25 votantes

  • La alcaldía no saldrá de casa tras la victoria en las urnas de Queralt Tor, que sustituye su padre en la candidatura de Acord Municipal, una lista vinculada a ERC

  • Joan Tor tomó las riendas del pueblo en 1976, con un parón de ocho años, y para el 28M decidió dar un paso al lado ante la necesidad de un cambio

  • Elecciones municipales y autonómicas 2023, en directo

Relevar a un padre que ha dirigido al pueblo más pequeño de Cataluña durante 32 años es el reto al que se enfrenta Queralt Tor, la sucesora de Joan Tor en la alcaldía tras ganar las elecciones municipales en Gisclareny (Barcelona). Una herencia que defenderá durante sus primeros cuatro años de mandato, bajo la misma marca política -Acord Municipal, una lista vinculada a ERC- con la que lo ha hecho su progenitor desde 1976.

En este rincón del Berguedà, a dos horas de la capital catalana, han convertido en reclamo turístico ser el municipio con menos vecinos de Cataluña. Una pequeña familia de 28 vecinos empadronados, de los cuales 25 con derecho a voto, que han convertido en realidad un cambio generacional desde que Joan Tor tomó las riendas del pueblo en 1976, con un parón de ocho años. Este domingo, la lista Gisclareny-Acord Municipal ha obtenido 21 de los 23 votos emitidos.

La propia Queralt ha visto toda su vida a su padre frente a una alcaldía que ya dirigía un año antes de su nacimiento. Ahora, la técnica del Parque Natural del Cadí-Moixeró, uno de los mayores espacios naturales de Cataluña que se levanta como una barrera de riscales entre el Pirineo y el Prepirineo, toma el relevo de su padre, de 69 años, quien "ya tiene suficiente" en un pueblo "que necesita un cambio" que ya habían imaginado sus vecinos con anterioridad.

"Ya lo daban por hecho. Siempre he estado involucrada con el Ayuntamiento. Pensaban que cuando lo dejase mi padre le relevaría. Es una cosa que he pensado mucho por la implicación, esfuerzo y dedicación que requiere", explica la nueva alcaldesa de Gisclareny a NIUS.

Queralt, a sus 35 años, ha superado en las urnas a Emili Casas del PSC, un vecino de Bagà que no vive ni vota en el pueblo. "Estamos acostumbrados, siempre hay una lista que no conocemos. Hay muchos pueblos pequeños donde se presenta solo una persona y hay partidos que lo aprovechan", añade.

En esta ocasión ha sido el partido socialista quien ha intentado disputar el gobierno municipal a Acord Municipal, mientras que el PP también lo intentó sin éxito en 2015. Sin embargo, los resultados no han dado lugar a sorpresas en un municipio que funciona por consejo abierto y, por lo tanto, no se eligen concejales, sino que solo se escoge el alcalde. 

"Llevo muchos años viendo como lo hace él y qué implica. Sé perfectamente donde me meto. Su experiencia es muy valiosa y útil", culmina Queralt sobre la alcaldía que no saldrá de casa en un municipio rodeado de montañas que sirvieron fundamentales como refugio ante la invasión árabe en tiempos de los visigodos.

Situado dentro del Parc Natural del Cadí-Moixeró (Parque Natural del Cadí-Moixeró), Gisclareny vivió su momento de esplendor durante el siglo XIX, pero perdió buena parte de su población a causa de la industrialización del Berguedà.

Actualmente, el turismo rural ha dado nueva vida a este pueblo que cuenta con la agricultura de secano y la ganadería como sus principales sectores económicos. Sin bar, tienda o escuela, cerrada en 1972, pero con un nuevo soplo de energía en una alcaldía entre familia.