Solo quedan cuatro días de campaña electoral y los partidos políticos entran en la fase decisiva, el sprint final para arañar votos conscientes de que en muchas comunidades y grandes ciudades el desenlace final y la gobernabilidad va a depender de un puñado de votos. La foto fija que reflejan las últimas encuestas -la ley ya no permite publicar más- es la de un PP en ascenso y un PSOE a la baja.
El escenario es de incertidumbre. A estas alturas las grandes incógnitas se mantienen porque la subida de los populares, que ganarán en muchas ciudades y autonomías, no les garantiza arrebatar el gobierno en los feudos más importantes de la izquierda. Todo va a depender de los pactos que se sellen después del 28 de mayo porque el resultado está muy ajustado entre el bloque de la derecha y el de la izquierda. Será clave el papel de Podemos que puede hacer inclinar la balanza.
Hasta el CIS, que este martes seguía dando como ganador al PSOE de Pedro Sánchez a nivel global en las municipales, refleja un descenso de los socialistas desde que se inició la campaña. En una encuesta flash, el organismo que dirige José Félix Tezanos, otorga una estimación de voto para el PSOE del 30,2% y una del 27,9% para el PP. Dos puntos y 3 décimas de diferencia, la mitad de lo que tenían hace un mes cuando se realizó la macroencuesta que se hizo pública en el arranque de la campaña.
La ventaja de Sánchez sobre Feijóo se recorta. Además en voto directo gana el PP sobre el PSOE por tres décimas. Esa encuesta se realizó entre los días 16 y 18 de mayo, en plena polémica por la inclusión de condenados por terrorismo en las listas de Bildu. Ese asunto, muy incomodo para el PSOE y que el PP ha colocado en el centro de su ofensiva, ha monopolizado la primera semana de campaña y ha desplazado el foco de las medidas sociales del presidente del Gobierno a sus pactos con los independentistas vascos. Está por ver su impacto en el voto, pero podría ser determinante.
No parece que las medidas que lleva anunciando Sánchez en un goteo continuo desde hace días estén calando. Las últimas son las de este pasado fin de semana, inversiones para la Atención Primaria y para la salud mental. El PSOE necesita movilizar a una parte de sus potenciales votantes, un 15% señalan fuentes socialistas, que todavía están en la abstención mientras el PP intensifica su apelación al voto útil.
El estudio de Tezanos también da una subida a Vox que empataría con Podemos con el 8% de los votos. Otras encuestas de empresas privadas, como la de GAD3 para NIUS da directamente la victoria al PP en las municipales con 4 puntos más que el PSOE.
Los datos globales de esos comicios pueden servir como un termómetro sobre los porcentajes de voto de cara a las generales. Las anteriores elecciones municipales de 2019 las ganó el PSOE con 6.657.119 votos (29,26%) frente a los 5.058.542 que obtuvo el PP (22,23%). 22.329 concejales socialistas y 20.325 populares. Fueron a finales de mayo. En diciembre de ese año se celebraron las generales con otra victoria de Sánchez sobre Pablo Casado. En porcentaje, los dos grandes partidos retrocedieron alrededor de un punto en seis meses. Los socialistas obtuvieron 100.000 votos más y los populares prácticamente los mismos.
La noche del 28 de mayo muchos gobiernos municipales no estarán claros y se decidirán con los pactos posteriores porque los ganadores no tendrán la mayoría absoluta. La situación se puede resolver por la mínima en Sevilla, la ciudad más importante donde gobiernan los socialistas que esperan conservar o en Valencia. Joan Ribó de Compromís también podría revalidar como alcalde aunque la candidata del PP, María José Catalá, está en fuerte ascenso. En Barcelona hay casi un empate técnico entre tres fuerzas. Algunos sondeos dan una ligera ventaja a la actual alcaldesa Ada Colau y otros al candidato del PSC, Jaume Collboni. Xavier Trias de Junts per Catalunya completa el trío.
En Madrid ganará de calle el popular José Luis Martínez-Almeida que tendrá más votos que los que obtuvo en 2019, pero tampoco llega a la mayoría absoluta. El bloque de la izquierda está cerca y será fundamental si finalmente entra Podemos en el Ayuntamiento de la capital. Habrá que ver también si Begoña Villacís, de Ciudadanos, obtiene representación.
En la Comunidad Valenciana, que se ha convertido en la gran joya de la corona del 28M y en objetivo prioritario para el PSOE y el PP, hay empate entre las izquierdas y las derechas. Es una plaza estratégica para Sánchez y Feijóo en su camino a La Moncloa y los dos han estado este fin de semana en su capital, Feijóo con una exhibición de fuerza llenando la plaza de toros, el talismán de las grandes victorias populares.
La mayoría de las encuestas señalan que el candidato del PP Carlos Mazón ganará, pero no está tan claro que pueda desalojar del poder al socialista Ximo Puig que resiste. La reedición del Pacto del Botánic dependerá de si Compromís aguanta el tirón y si Podemos consigue el 5% necesario para entrar en las Cortes Valencianas. En cualquier caso, la suma de ese tripartito está muy igualada con la del PP y Vox.
Otro de los titulares del 28M será si Isabel Díaz Ayuso, que está haciendo una campaña de perfil nacional enfrentándose a Sánchez, continua su camino ascendente y logra la mayoría absoluta. Su aspiración es gobernar en solitario y no depender de Vox. Todos los sondeos dicen que está muy cerca. Su victoria será incuestionable y nadie contempla que la izquierda suponga una amenaza.
El PP también mantendrá el poder en Murcia, puede arrebatarle La Rioja a los socialistas -en Ferraz es una de las derrotas que tienen asumida- y también podría haber un vuelco en Cantabria donde el hundimiento del PRC de Miguel Ángel Revilla beneficiaría a los populares.
El PSOE podría mantener algunos de sus tradicionales feudos. Castilla-La Mancha parece el más asequible con Emiliano García-Page a la baja pero revalidando su mayoría absoluta. En Extremadura ganaría las elecciones Guillermo Fernández Vara aunque pierde la mayoría y necesitaría a Podemos para seguir en la presidencia de la Junta. Esa suma supera por la mínima a la del PP y Vox. La victoria en Aragón es para el PP pero sin mayoría absoluta. El presidente Javier Lambán no suma con la actual alianza con Podemos, la Chunta Aragonesista y el Partido Aragonés. La llave decisiva la tendría Aragón Existe.
En Baleares las encuestas también señalan una situación ajustadísima con un margen de diferencia de un escaño entre bloques. La presidenta Francina Armengol podría repetir con un pacto con Unidas Podemos y Més per Mallorca, pero otros sondeos dan la victoria a la suma de PP y Vox.
¿Cambiarán las cifras en estos cuatro días? Los partidos se disponen a echar el resto aunque un 66,7% de los encuestados por el CIS asegura que la campaña solo es "propaganda innecesaria". Un 29,2% dice que sí le aporta información para decidir su voto. 1 de cada cuatro entrevistados decide qué papeleta mete en la urna durante estos 15 días oficiales de campaña. Solo un 6,2% lo hace el mismo día de la votación.