La campaña electoral llega a su ecuador y los partidos preparan la artillería pesada para la recta final. El PSOE se lanza a movilizar a sus antiguos votantes que están ahora mismo en la abstención y para ello confía en las nuevas medidas sociales que anunciará en los próximos días Pedro Sánchez. "Algún anuncio habrá", dice la dirección del partido convencida de que todavía tiene margen para crecer y de que las propuestas es lo que mueve a su electorado. Los llamamientos a la movilización se van a intensificar a partir de este momento.
Fuentes de la dirección del PSOE aseguran que la cifra de sus abstencionistas podría rondar entre el 10% y el 15%. Consideran que la última semana de campaña es clave para arañar votos respecto a lo que marcan las encuestas a diferencia del PP y de Vox que ya tienen a todo su electorado muy movilizado desde el primer momento. "Ahora están hiperventilados", sostienen en Ferraz, con la polémica por la presencia de etarras en las listas electorales de Bildu. El PSOE cree que ese asunto, que ha supuesto un giro radical en la campaña, no les supondrá un coste en las urnas a pesar de que han perdido la iniciativa y el foco del debate se ha desplazado desde los anuncios sociales del presidente a ETA. Aún así, van a hacer todo lo posible para pasar página cuanto antes.
Sánchez intentará recuperar terreno y volver a marcar la agenda con más medidas para que todos los candidatos socialistas las puedan exhibir en sus territorios durante los últimos días de la campaña. La cúpula del partido defiende que su estrategia no ha variado ni un milímetro y que los cargos del PSOE, especialmente el presidente, siguen centrados en la gestión económica, los avances sociales y la política útil. "Nuestra campaña es propositiva y en positivo", reivindican frente a un PP que se ha lanzado al ruedo con ETA como único argumento.
Esa seguirá siendo la receta para el sprint final. No van a cambiar su modelo de campaña. Además de los nuevos anuncios, las grandes bazas electorales serán la política de vivienda, los datos de empleo, el crecimiento económico, la subida de las pensiones y la reforma laboral. Proclaman que han llegado a la campaña mejor que el PP y que ahora mismo van por delante aunque admiten que la disputa por el voto en las municipales está muy ajustado.
En el PSOE repiten que aspiran a seguir como primera fuerza a nivel local y creen que están en condiciones de revalidar todos los gobiernos de comunidades autónomas en los que están al frente o participan. Citan especialmente la Comunidad Valenciana, Baleares, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura. Respecto a las ciudades, insisten en que mantendrán Sevilla -la capital más grande donde gobiernan- además de avanzar en otras ciudades como Zaragoza, Málaga o Barcelona. También ven una "oportunidad clara" para que su candidata Sandra Gómez pueda ser la alcaldesa de Valencia.
Frente a esa estrategia de campaña señalan que el PP está en una competición para ver "quién dice la barbaridad más gorda" respecto a Bildu y ETA en una especie de primarias internas soterradas donde Ayuso le marca el discurso a Alberto Núñez Feijóo. El PSOE mete el dedo en la herida tras las últimas discrepancias sobre la posible ilegalización de Bildu entre la presidenta madrileña y Génova para concluir que Feijóo tiene "la tarjeta amarilla sacada" en el PP. Una situación, subraya el PSOE, que únicamente "engorda a Vox que es el que va a sacar tajada".
"A nosotros en ese fango no nos van a encontrar, ni de lejos", reiteran los socialistas que muestran su confianza en que los ciudadanos saben discernir entre las propuestas que les afectan a su vida cotidiana y la ofensiva del PP para atacar al Gobierno.
El último CIS del mes de mayo refleja que el porcentaje de indecisos en la izquierda es mayor que en la derecha. Un 20% de encuestados que asegura haber votado al PSOE en 2019 no tiene ahora claro que vaya a acudir a las urnas el 28 de mayo. En el PP ese porcentaje es mucho más bajo, está en el 13,5%. Un 79,9% de votantes del PSOE dice que irá a votar con seguridad, en el PP lo hará un 86,5% y en Vox un 84,5%.
Respecto a cuándo se decide el voto, la encuesta general señala que un 63% lo tiene claro mucho antes del inicio de la campaña, un 14% lo decide durante la última semana y un 4,6% justo el mismo día de las elecciones. Por partidos políticos un 13,9% de votantes socialistas toma su decisión en los últimos siete días de campaña mientras que en el PP es el 11,3%.
A partir de ahora en el PSOE tocarán a rebato. Todo el partido se activa al máximo. Ya no hay más plenos previstos, ni sesiones de control ni debates en el Congreso o en Senado, solo mitines. La semana que viene el PSOE tiene previsto celebrar hasta 800 actos electorales. Sánchez seguirá a mitin diario. Hoy en Badajoz, mañana en Valencia y el domingo en Valladolid.