El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se ha comprometido este sábado en Murcia "a impulsar y aprobar un pacto nacional del agua que garantice la planificación hidrológica y la inversión, que solucione los problemas y cumpla los objetivos medioambientales, sociales y económicos fomentando el consenso y acabando con el enfrentamiento" por este recurso. Recientemente, Feijóo escenificó la unidad del PP junto a Aznar y Rajoy.
En un mitin con los candidatos a las 45 alcaldías de esa región, el anuncio ha sido recibido con una salva de aplausos por los cargos públicos del partido, militantes y simpatizantes reunidos en el pabellón deportivo Príncipe de Asturias. Por otra parte, Pedro Sánchez ha garantizado un médico y una escuela a un máximo de media hora para las personas que viven en el mundo rural.
"Nos preocupa el agua desde hace años y en la agenda del PP ocupa un eje central", ha comentado Feijóo antes de referirse al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "a quien le preocupa el clima ahora, pero el clima electoral".
"Somos y seremos siempre un partido de Estado en el Gobierno y en la oposición, que intenta solucionar problemas que no ha creado poniendo los intereses de la gente por encima de todo, de errores, insultos e irresponsabilidades de otros, como hemos hecho con la Ley del 'solo sí es sí' sin que nos importara negociar con el PSOE nuestra propuesta de reforma", ha señalado sobre el otro principal asunto de su discurso.
"No sé si nos va a venir bien o mal, no tengo ninguna encuesta, pero me da igual, porque les viene bien a los menores y a las mujeres, a su dignidad y a la de España. No me da ninguna vergüenza, sino que estoy orgulloso de haber apoyado a nuestra gente con honestidad frente a las voces que nos decían que no apoyáramos al Gobierno", ha añadido al respecto.
Según sus palabras, la coalición del Ejecutivo, "que se ha vuelto a romper" en un marco con la mayor deuda pública de nuestra historia, trata los problemas enfrentando a territorios, partidos, personas y administraciones públicas buscando culpables entre jueces, agricultores o autónomos, sin cooperar con las autonomías, resistiendo, no gobernando, pero los problemas se arreglan con propuestas, acuerdos, trabajo y decisiones, sin delegar el Gobierno, sino ejerciéndolo, desgastándose uno para que no lo haga el país.
Tras "años de deterioro" político, se vota por la España que va a ser: resignada o que cambie lo que funciona mal, en la que deciden las minorías o las mayorías, de interés partidista o personalista o por unos ciudadanos protegidos y defendidos, ha considerado.
"Se cuentan por decenas las decisiones tomadas a espaldas de las urnas y el 28 de mayo es una oportunidad, pero el Gobierno lo ve como una amenaza, por lo que busca que olvidemos incumplimientos y engaños, el sometimiento a partidos minoritarios e intereses personales de un puñado de políticos, indultos, sedición y malversación, chapuzas de ensayo y error en leyes, pero no lo vamos a olvidar", ha advertido.