La ‘guerra del agua’ salta a la precampaña electoral pero esta vez no es por el trasvase del Tajo-Segura que enfrenta a las comunidades de Valencia y Murcia y la provincia de Almería con el ministerio de Transición Ecológica por su decisión de aumentar el caudal ecológico del Tajo. O no sólo.
El Gobierno de Juanma Moreno ha iniciado los trámites para legalizar más de mil hectáreas de regadíos ilegales en contra de las advertencias de los expertos y de la Comisión Europea. Esa decisión incluida en el programa electoral con el que arrasó en las elecciones andaluzas ha provocado un enfrentamiento a cara de perro con Moncloa. Mientras el Ejecutivo anuncia que acudirá al Tribunal Constitucional para que paralice la ley autonómica y el presidente Pedro Sánchez hacía un llamamiento para "frenar este atropello", Moreno exigía ayer “respeto” para su Gobierno y para los andaluces.
"Nadie va a venir desde un ático del Paseo de la Castellana (de Madrid) a decirnos a los andaluces lo que podemos y no podemos hacer con un mando a distancia y a empequeñecer Andalucía”, decía ayer tirando de ‘andalucismo’ después de que la ministra Teresa Ribera le recriminara que hablara “desde su pequeña esquinita, y de su arrogancia de señorito”.
Moreno no está solo en esta guerra. A un mes de las elecciones autonómicas y municipales su jefe político, Alberto Núñez Feijóo, ha tomado partido por el barón con más influencia en Génova. Feijóo reclamaba a Sánchez que se siente con Andalucía para resolver los problemas del Parque Nacional y de los regantes ilegales “con un mínimo de rigor” y que acometa las infraestructuras hídricas pendientes en el Parque Nacional y comprometidas por el Gobierno central. Los populares consideran que el Gobierno sobreactúa con Doñana y que la polémica montada es “excesiva”.
“Sánchez ha traspasado otra línea. Llamar 'señorito soberbio' al presidente legítimo de la Junta y 'esquinita' a Andalucía”, decía cerrando filas con el presidente de la Junta. A su lado el candidato del PP a la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, que también agita la guerra del agua en su Comunidad como estrategia electoral.
La Junta de Andalucía asegura que lo único que pretende con esta ley es “preservar el agua subterránea y el valor ecológico y único de esta joya de la naturaleza” y “dar solución a un problema que creó el partido socialista cuando gobernaba Andalucía". Recuerdan que es un compromiso electoral recogido en el programa de Juanma Moreno y que el PSOE se abstuvo hace un año para no enfurecer a los agricultores de Huelva, que tradicionalmente votaban masivamente socialista hasta que en las andaluzas del año pasado les abandonaron por la papeleta del PP.
Los populares niegan que estén actuando por tacticismo político y aseguran que el único interés partidista es el de La Moncloa que intenta desgastar la figura de Moreno porque todavía “no han digerido” su mayoría absoluta explotando al máximo el debate ecologista. El presidente andaluz que ha decidido presentar esta iniciativa a un mes de las elecciones autonómicas y andaluzas admitía ayer que su apuesta puede tener un coste político. "¡Claro que uno se deja jirones!", asumía en un nuevo tenso debate en el Parlamento andaluz.
En plena sequía el PP aspira a arrebatar al PSOE el ayuntamiento y la diputación provincial de Huelva con la promesa de legalizar los regadíos ilegales para captar el voto agrícola. Eso además de además intentar hacer pleno en todas las capitales andaluzas incluida Sevilla. Voto rural versus ecologismo. Una apuesta arriesgada que resolverán las urnas el 28 de mayo.
“Con una situación de sequía en toda España pero especialmente en el sur es un disparate que se les va a volver en contra”, vaticina un destacado senador popular que conoce el tema de primera mano. Sólo que la sequía también amenaza de muerte a Doñana. El Parque Nacional está en estado crítico con más de la mitad de sus lagunas han desaparecido.
Los populares no han dudado en agitar la guerra del agua en otros territorios para incrementar sus posibilidades en Valencia y amarrar una victoria contundente en Murcia. Que el agua vuelva a las portadas de los periódicos y abra informativos aunque sea por Doñana no les va mal.
“Los socialistas nos quitan el agua injustamente por capricho. Todo lo que sea recordar eso les jode a ellos”, reconoce a NIUS un importante dirigente del PP valenciano.
Ayer el candidato popular a presidir la Generalitat Valenciana tiraba de argumentario de partido y como Alberto Núñez Feijóo reclamaba "estudios serios y rigor" en relación con el caudal ecológico del Tajo. "El PP, con Feijóo a la cabeza, presentará una política nacional del agua, que no es de nadie", afirmaba ante el gallego.
El agua será uno de los temas que monopolice la campaña electoral. Génova lo ha incluido en su programa electoral para el 28M aunque de forma muy genérica limitándose a defender un ‘Pacto nacional del agua’ en el que participen todas las comunidades autónomas y los sectores afectados y especialmente a los regantes.
“El Pacto debe contemplar necesariamente las inversiones que se consideren prioritarias para el saneamiento, regulación, abastecimiento, mejora de la gestión de los recursos hídricos, ahorro y eficiencia, y control de inundaciones; así como las actuaciones conducentes a garantizar el recurso hídrico para regadíos, aprovechamiento y uso de las infraestructuras existentes”, establece el texto con el que los populares se presentan a las elecciones del 28 de mayo.